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Cristales limpios, casas luminosas

Las viviendas familiares en España suelen tener de media entre ocho y quince ventanas, lo que viene a suponer que la limpieza de cristales ocupa una buena parte de nuestro tiempo dedicado a la limpieza del hogar. Al igual que existen métodos eficaces que aligeran el trabajo en la limpieza de sofás, moquetas, alfombras y todo tipo de muebles, la limpieza de cristales también tiene sus secretos y conocerlos nos ayudará a ganar tiempo y a dejarlos mucho más limpios.

Y es que la importancia de tener y mantener los cristales (vidrieras expositoras, vajilla, protectores de mesas, pero sobre todo las ventanas) limpios y transparentes es vital para lograr un conjunto habitacional que transmita salud, tranquilidad, bienestar…

Las ventanas son las encargadas de dejar pasar la luz solar, la que va a dar vida y luminosidad a las estancias y es a través de la luz que se ve con mayor precisión si están sucias o no, si la luz que entra en las habitaciones es pura o se va a ver ensombrecida por unos cristales sucios. La luz diurna dentro de la vivienda va a depender directamente de la calidad de pulcritud de los cristales.

Consejos básicos para limpiar cristales

Para conseguir el grado de transparencia que es cualidad de los cristales hay que saber tratarlos y conocer los productos y las herramientas apropiadas. Es tan amplio el abanico para conseguir tal propósito que daría para escribir varios artículos como este. Solo para acercarnos un poco, baste especificar en un principio cómo es la forma más sencilla y práctica de alcanzar óptimos resultados en la limpieza de los cristales y vidrios del hogar.

Para empezar, debemos ser un poco previsores y realizar antes la limpieza de los accesorios a la ventana, como los marcos, las persianas, las cintas o el herraje del exterior. Así mismo debemos tener preparado un cubo con agua, un paño suave, raquetas limpiacristales, papel de periódico, amoníaco, vinagre blanco o un limpiador potente y efectivo como el limpiacristales Karcher, que sustituye toda la lista que acabamos de nombrar.

El aspirador limpiacristales limpia al tiempo que evita dejar las marcas que vas a deja con la raqueta sobre la plataforma de vidrio, si no eres muy habilidoso con ella. Es un aparato que lleva un rociador y una mopa aspiradora, la combinación perfecta para dejar los cristales transparentes, como si no estuvieran allí, dejando pasar toda la luminosidad de los rayos solares por el día o de las estrellas y la luna por las noches.

Un producto que puedes encontrar en la web buenos y baratos.es al mejor precio, pues ofrece una guía comparativa para elegir el que más se adapte a tus exigencias y a tu economía, con una práctica guía de compra para ayudarte en esa elección.

La forma tradicional usada para limpiar cristales

Como decíamos, la forma más tradicional, la empleada por nuestras madres y abuelas para limpiar los espejos y los cristales y que estos quedasen impecables, era con el uso a partes iguales de una composición basada en amoniaco y agua o una parte de vinagre por cada cuatro de agua. En ambos casos se le puede añadir algo de limón para que un aroma agradable impregne la habitación o podemos usar también algún producto industrial específico para cristales.

Es importante contar con un trapo que no desprenda pelusas (de microfibras o remojados previamente con almidón) para evitar que queden las odiosas marcas, ralladuras o restos del propio trapo. Es recomendable que en todos los casos en los que fuera posible se use una raqueta limpiadora que no deja marca alguna y arrastra muy eficazmente las líneas de agua sobre el cristal.

Se recomienda usar dos cubos de agua, el primero se usará para limpiar y el otro con agua clara nos servirá para enjuagar, cambiando el agua de ambos cubos con frecuencia si queremos conseguir buenos resultados y que el cristal no vuelva a ensuciarse.

Otro consejo muy práctico y útil para dejar bien limpios los cristales consiste en añadir una cucharadita de almidón al agua, que esté caliente, y extender el agua con una esponja sobre la superficie. Después hay que impregnar bien un papel de periódico con vinagre y cuando esta mezcla se seque, se procede a retirar el almidón del cristal.

Efectivamente, aunque parezca extraño, lo mejor para secar los cristales es el uso de papel de periódico limpio o un trapo suave, como comentamos si es de microfibra mucho mejor.

No podemos cometer el error de frotar los cristales sucios con un trapo seco, pues esto provocaría el rallado del vidrio debido a la misma suciedad.

Un último consejo, al igual que limpiaste los objetos adyacentes al cristal para que no se ensuciaran una vez limpios, puedes consultar el pronóstico del tiempo para evitar que cuando llueva se ensucien nuevamente, invalidando todo el trabajo realizado.

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