La federación de enseñanza de UGT, en relación la polémica que rodea el Conservatorio de Música, ha señalado que no pretenden únicamente denunciar la incomprensible demora en la puesta en funcionamiento de un centro que se inició a construir hace ya una década y que, por unos u otros, a día de hoy se encuentra en un estado que dista mucho del que cabría esperar. El sindicato señala que toda la comunidad educativa (profesores, padres y alumnos) de los centros que debería integrar (esto es, el Centro de Personas Adultas, la Escuela de Idiomas y el Conservatorio) se encuentran resignados a seguir esperando. UGT ha dicho que lo que sobre todo pretende manifestar públicamente aquí es "cómo el afán de la actual administración por dar concluido este esperpéntico capítulo, en lo que a la construcción de centros educativos en nuestra ciudad se refiere, ha llevado a trasladar a los alumnos y profesores del Conservatorio de Música del IES Juan Antonio Fernández (donde impartían sus clases"provisionalmente") al Nuevo Mercado Central, con la promesa de que podrían comenzar ahí el presente curso".
Sin embargo, ha subrayado que la realidad es que, a día de hoy, "el inmueble centro no cuenta con la licencia de apertura a que la legislación vigente obliga; son numerosas las obras de acondicionamiento que se deben acometer, y que ni tan siquiera se han iniciado: el proyecto inicial contaba con alrededor de 20 aulas destinadas a los alumnos de Conservatorio, mientras que en la obra final 5 de esas aulas "desaparecieron", por lo que ahora se deben acondicionar otros espacios para contar con espacio suficiente y que son numerosas también las deficiencias en materia de accesibilidad y seguridad que presenta el inmueble".
El sindicato ha destacado que las más evidentes y para las que piden una rápida y eficiente solución por parte de la administración, son las que a continuación se detallan: Las puertas de seguridad que comunican diferentes alas del centro (y que los profesores y alumnos tienen que transitar continuamente para ir de un aula a otra, al baño, al hall, etc.) no disponen de sistemas de sujeción adecuados, lo que obliga a tenerlas permanentemente cerradas, o bien utilizar otros métodos de dudosa fiabilidad;
La accesibilidad, tanto al escenario del teatro, como a uno de los baños de profesores, no cumple la normativa en lo que a personas de movilidad reducida se refiere; los escalones que dan acceso a una de las salidas de emergencia no parecen contribuir a un correcto y normal desalojo del inmueble en caso de ser necesario, y además son numerosos los desperfectos y filtraciones de cañería que se aprecian en el centro".
