Eva Guerrero se adjudicó ayer sábado el XIV Torneo Internacional Femenino Ciudad de Melilla, tras imponerse en la final española a Marina Bassols por 6-4 y 6-0.
La pista central congregó menos público que en anteriores ediciones, de aproximadamente medio centenar de espectadores, ya que la final coinció en Melilla con el acto de juramento para personal civil ante la enseña de la Legión.
La tenista madrileña, número 668 del ranking internacional, venció contra pronóstico a la favorita, la cabeza de seria número cuatro, en un partido muy disputado que se prolongó por espacio de hora y media.
La mayor emoción del partido tuvo lugar en el primer set, ya que ambas contendientes mantuvieron la igualdad en el juego hasta el 4-4, producto de una gran intensidad y de excelentes golpes por parte y parte.
Los dos primeros juegos fueron para la madrileña criada en Almería (2-0), pero rápidamente reaccionó la jugadora catalana, que se situó por delante en el marcador (2-3).
Sin embargo, Eva Guerrero no perdió la concentración y con una mayor pegada, desde el fondo de la pista, remontó para vencer la primera manga por 6-4, consiguiendo romperle el set a su rival hasta en tres ocasiones.
Por su parte, la catalana Marina Bassols se vio seriamente afectada tras ceder el primer set, lo que aprovechó la madrileña, que jugó casi a placer, sobre todo a partir del segundo set, cuando consiguió romper el saque a la de Blanes.
Eva Guerrero se vio superior con el 2-0 y jugó con una gran confianza y seguridad, además de responder con golpes espectaculares para ganar el set en blanco en media hora de juego.
Una vez concluyó el partido se celebró la tradicional entrega de trofeos, en la que estuvieron presentes el consejero de Deportes, Antonio Miranda, y el presidente la Federación Melillense de Tenis, Pablo Martínez.
La organización, que entregó 15.000 dólares en premio, de los cuales 1.900 han sido para la campeona del torneo, también sorteó regalos entre el público asistente, cortesía de Empresas Botello, siendo los afortunados Belén Calero, con una cesta de productos femeninos, y José Carlos López, con una cámara deportiva.
