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Los mensajes del Rey y Puigdemont

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha sido uno de los dirigentes del PP más claros en este sentido y ha manifestado que no se debe vacilar si necesario aplicar el artículo 155 de la Constitución Una inmensa mayoría de melillenses, al igual que resto de españoles, siguió la noche del martes el mensaje del Rey Don Felipe VI, el primero televisado que el Rey dirige a los españoles desde que fue proclamado en 2014, al margen del tradicional discurso de Navidad y de sus intervenciones en actos institucionales
No en vano, se trata del discurso más decisivo de todos los pronunciados por la Corona desde el 23-F. Nunca habíamos visto al Rey Felipe VI con rostro tan serio y con gesto tan firme. Todo ello ha venido motivo por el desafío secesionista del actual Govern de Cataluña que preside Carles Puigdemont, un político que hace tiempo que está al margen de la ley y que cada día que pasa se gana a pulso su encarcelamiento por un delito de sedición.

Porque, tal y como ha declarado el monarca, la clase dirigente política de la Generalitat está cometiendo "una deslealtad inadmisible", abocando a la sociedad catalana a la fractura para alcanzar una independencia que, de antemano, saben que no es más que una quimera y que no dejará más que daños en un camino cuyo final se encuentra en el muro de la legalidad. Si no se corta de raíz y a tiempo, la rebelión de Puigdemont amenaza seriamente la supervivencia del Estado.

Por ello, el Rey ha urgido "a los poderes legítimos del Estado" -apelación clara a Rajoy, pero también a Pedro Sánchez, y a la Justicia- para que hagan lo necesario para que se cumpla la Ley y la Constitución. Y lejos de lo que muchos esperaban, evitó fáciles apelaciones al diálogo, en una advertencia inequívoca de que el Estado no puede a cruzarse de brazos viendo cómo Puigdemont y la CUP quieren romper España. Actuando siempre con la Constitución, como pilar fundamental del Estado de Derecho, subrayó.

En este sentido, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha sido uno de los dirigentes del PP más claros en este aspecto y ha manifestado que no se debe vacilar si necesario aplicar el artículo 155 de la Constitución y cuyo alcance se desconoce en estos momentos, pero que podría conllevar la suspensión de la autonomía. Es lo que se merecen unos políticos como Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Carme Forcadell y todos los que componen el partido radical de la CUP, que quieren ganar en la calle, con disturbios, escraches y demás acciones violentas, lo que por ley no le corresponde.

Basta con escuchar el discurso que ofreció anoche Puigdemont, en un intento por emular al Rey Felipe VI hasta en la hora de emisión, para ver que el catalán dirige un gobierno "suicida", que está dispuesto a todo con tal de lograr la independencia. Todo ello después de que el presidente de la Generalitat confirmara en un mensaje institucional televisado que su gobierno no modificará en ningún caso sus planes rupturistas, que pasan por que el Parlamento catalán realice una declaración de independencia el próximo lunes. "El Gobierno que presido no se desviará ni un milímetro", afirmó en un mensaje en el que, sin embargo, rebajó el tono de intervenciones recientes y, de manera relevante, hizo constantes llamadas a adoptar una actitud pacífica. El temor a que el proceso soberanista, después de la movilización tanto del domingo como del martes, pierda el control de la calle pesó en una intervención en la que, pese a reiterar sus planes de llevar adelante la declaración unilateral a principios de semana, obvió los conceptos república o independencia. Aún así, MELILLA HOY lo tiene claro: Puigdemont está fuera de control y es necesario que el Estado español dé una respuesta clara que evite la ruptura de nuestro país.

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