El yihadista juzgado por planear atentar en España, Mohamed Harrak al Loutah, afirma que colaboraba con el CNI para identificar radicales.
El acusado de integración en organización terrorista habría asegurado este jueves, durante su juicio en la Audiencia Nacional, que no es parte del Estado Islámico y que colaboraba con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Guardia Civil.
En su declaración ante el tribunal sólo ha contestado a preguntas de su abogado, al que ha dicho que su trabajo para el CNI era
“crear perfiles falsos y hacer amistad con gente que ya estuviera radicalizada”, concretamente con “captadores” en España que quisieran enviar combatientes a Siria e Iraq.
El acusado, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de diez años de cárcel, ha mencionado que su contacto en el servicio secreto era una persona que se hacía llamar Ángel y que mantuvo varias conversaciones telefónicas con él. También ha explicado que envió correos electrónicos con «información» y que desde el CNI le contestaron y le agradecieron su colaboración.
Afirmó que, en lugar de prepararse para ser un soldado del califato, lo que sí que ha pensado alguna vez es alistarse en las Fuerzas Armadas. Según él, vio una oportunidad en la Legión Extranjera francesa porque no miran los antecedentes (él los tiene por un problema del pasado). Pese a ello, las conversaciones de Whatsapp intervenidas en su teléfono móvil muestran que siempre giraban en torno a viajar a Siria para integrarse en el DAESH.
La policía desmonta la argumentación de Loutah desvelando que le fueron intervenidos tanto un “manual del lobo solitario” como “libros académicos sobre yihadismo” y, además, realizaba búsquedas sobre cómo comportarse para no parecer un yihadista.
La fiscal ha elevado a definitiva su petición de diez años de cárcel para el acusado por el delito de integración terrorista.
