Más de 260 menores extranjeros no acompañados (MENA) han entrado a Melilla de manera irregular a lo largo del mes de septiembre, lo que ha provocado una mayor presión asistencial en el centro de acogida de La Purísima, que por primera vez ha alcanzado los 400 niños atendidos. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, dio a conocer esta cifra durante el pleno de control al Gobierno que celebró ayer la Asamblea de Melilla, en el que el debate sobre los MENA se extendió durante más de una hora en dos interpelaciones, una presentada por Coalición por Melilla (CPM) y otra por Ciudadanos (Cs). Daniel Ventura subrayó que la entrada de más de 260 menores inmigrantes en un mes, unidos a los que ya había acogidos en el centro de protección, ha provocado una mayor carga de trabajo en la Consejería de Bienestar Social para tramitar las reseñas, escolarizar a los menores, expedirles las tarjetas sanitarias y federarlos en equipos deportivos, entre otras obligaciones que tiene la Administración con estos niños
A pesar de ello, el consejero dejó claro que se sigue atendiendo a los menores y los profesionales encargados de atender a los menores acogidos “se parten la cara todos los días en los centros”.
Además, dejó claro que en Melilla se están “cumpliendo escrupulosamente las leyes con la cantidad de acciones que se llevan a cabo a diario con los menores”.
De esta manera, Ventura quiso rebatir tanto al presidente de CPM, Mustafa Aberchán, como al diputado de Cs Luis Escobar, quienes recordaron en sus respectivos turnos de palabra que el propio consejero llegó a decir que no se podía cumplir la Ley del Menor con la cantidad de niños y adolescentes que debe atender la Ciudad Autónoma de Melilla.
“Lo que digo es que las leyes no están pensadas para Ceuta y Melilla, que son dos ciudades fronterizas”, aclaró Daniel Ventura, que insistió en que la Administración local no hace dejación de funciones pese a tener a su cargo a muchos más menores de los que debería.
Sin embargo, Aberchán y Escobar lo cuestionaron al recordar cómo la gestión de la Ciudad Autónoma con los menores extranjeros ha provocado en más de una ocasión las quejas del Defensor del Pueblo.
Frenar la presión migratoria
Desde el Gobierno local también defendieron que se está trabajando de manera coordinada con la Administración central para buscar soluciones a la presión migratoria que llevan a cabo los menores en la frontera de Melilla.
“El Gobierno nacional está hablando y mucho con Marruecos, pero hay que defender toda España en su conjunto y no sólo una particularidad”, apuntó al respecto el presidente de Melilla, Juan José Imbroda. Además, reveló que hace dos semanas estuvo hablando con el embajador de España en Rabat para hacerle saber que la presión migratoria que sufre Melilla por los menores extranjeros “es insoportable”, y le pidió que hablara con el gobernador de Nador porque de lo contrario, habría que tomar medidas que perjudicaran a los demás.
En este punto, la primera autoridad local insistió en la necesidad de aplicar el convenio firmado entre los dos países para la repatriación de los menores “con todas las tutelas del mundo”.
Devolver las competencias
Asimismo, rechazó la petición de CPM para que la Ciudad Autónoma devuelva al Estado las competencias de menores extranjeros no acompañados, como ya ocurriera con las de Urbanismo en 1999 cuando el Estado “rescató” las competencias.
Mustafa Aberchán basó su petición en el “fracaso” del Gobierno melillense “en los objetivos marcados por la Ley”, teniendo en cuenta la cantidad de menores que han pasado por las manos de la Ciudad Autónoma desde que esta institución asumió las competencias en la década de los 90. “Somos insuficientes en la protección del menor, y no estamos capacitados para lograr la promoción del menor”, aseveró. Y agregó: “Los niños de la calle son cosecha de nuestra incapacidad como Administración”.
Además, afirmó con rotundidad que “el Pueblo no quiere esas competencias”, y se mostró convencido de que si hubiera un referéndum sobre este asunto, saldría que el 99% de los melillenses serían partidarios de devolver las competencias.
Sin embargo, Imbroda negó que se esté haciendo “dejación de funciones” con los menores y aclaró que no se pueden devolver unas competencias transferidas porque las leyes lo impiden. No obstante, afirmó que si se hiciera, “seguiría siendo un problema de Melilla” porque estos menores inmigrantes entran por “una frontera permeable” con Marruecos.
Cs pide voluntad de diálogo
Ciudadanos no se sumó a la petición de CPM de devolver las competencias de menores, pero sí se mostró muy crítico con la gestión que está desarrollando el Gobierno melillense, al que advirtió de que este problema no se soluciona sin voluntad de diálogo.
Así, Escobar lamentó que las propuestas que ha ido presentando su partido no son tenidas en cuenta, aunque se mostró esperanzado de que la comisión especial que se creará a iniciativa de Cs sirva para tomar medidas que permitan avanzar en un problema que “cada vez nos cuesta más dinero y no tiene visos de solución”.
