Hace unos días, y a petición mía, desde la Biblioteca del Archivo Histórico Militar, recibí una revista sobre la "Historia del Cañonazo de las 12.00 en Ceuta", cuyo autor es Juan J. Contreras Garrido. Mi petición era debida para recabar datos sobre el origen de los cañonazos de salva que se daban en Melilla, para completar mi artículo que como réplica, le hacía yo a un "guía turístico". Lo primero que hice fué llamar a la Biblioteca Militar para desde allí, el Subteniente Alfonso Estrada, me proporcionara los datos que le solicitaba. Entonces me comentó los que figuran en esta revista, que a los pocos minutos, muy amablemente, me la envió por correo electrónico. Créanme que desde la primera página, con el poema de Juan J. Relosillas: "En Ceuta, todas las horas solemnes las saluda/ el cañón con su voz de titan enronquecido…"; los datos que figuran son, desde el origen de las salvas, los honores, saludos que se realizaban en nuestra ciudad hermana. También las ordenanzas para regular esos honores y salvas, dispensados en algunas visitas reales; como las baterías designadas en los momentos "Bía de Salva" (sic), como los materiales utilizados en ellas. Dice Contreras que en Ceuta solían disparar ese "Cañonazo de las 12", desde el Acuartelamiento del Hacho, y en la actualidad lo hacen desde el "Baluarte de la Bandera", en las Murallas Reales. Como ya decía en mi anterior escrito, los que recordamos los años 40 y 50 del siglo pasado, en Melilla también se disparaba otro cañonazo desde el Fuerte del Rosario, en "La Cortadura", cercano a la Torre de Santa Lucía, en Ataque Seco, que hasta el siglo XX, estuvo situada la Batería de Costas. Y ahora yo, que soy tan tiquismiquis para nuestras tradiciones, pregunto a los
responsables: ¿Desde dónde se hace en la actualidad?, si es que se hace, claro está. ¿Solamente han restaurado el del rompimiento del ayuno a los musulmanes?. El nuestro de larga tradición de siglos, con mi humilde opinión, creo que debe hacerse desde el Baluarte de la Concepción Alta "Caballero de la Concepción". El 20.12.2014, este periódico me publicaba: "Nombres de cañones para una ruta turística".
Entonces mi llamada de "auxilio" fue a mi amigo José Luís Blasco, alma máter de la Historia de nuestra ciudad, del que recibí una larga lista de nombres de cañones que han existido en Melilla: desde el famoso "Caminante", como los de bronce de 16, rayados. Otros, de hierro colado, con los nombres: "Abenedizo" (sic), "Espuesto" (sic), "Agoreo", "Pacífico", "Negocioso", "Aclarado", "Eteocles", "Vespasiano", "Cartagena", "Confederado", "Odioso", "Avanzador", y "Colomera". También los había con las fechas de su fabricación:
"Marqués de Leganés", en 1.630; "Marqués de Castro Fuerte", en 1.632; "Marqués de Lezcano", en 1.646; "Conde de Salvatierra", en 1.668; "Don Miguel Ruiz de Álava", en 1.823; "Don Joaquín Ibarra", en 1.825. El "Marqués de Leganés", que estuvo emplazado hasta 1.893 en el Torreón de las Cabras, y fue fabricado en Sevilla el 23.06.1.847, pesando 6.740 libras (unos 3.050 kilos). El 12.04.1.994, tras el derrumbe de la Muralla, y Puerta de la Florentina, en el llamado Frente de Levante, cayó el cañón "Trubia" de calibre 24, y 5.000 kilos de peso.
Provisionalmente fue reubicado en una cureña nueva, quedando instalado finalmente en el Torreón de San Juan. Debo decir que algunos de estos cañones fueron construidos en Málaga, allá en los siglos XVI y XVII, cuando esta ciudad era la segunda en importancia en la fabricación de armamento de guerra, existiendo 50 hornos de fundición para ello; y también con varios molinos pertenecientes al Estado, para fabricar pólvora, ya que poseía los principales productos para la misma, como es el salitre, el carbón y el azufre. Entonces yo me imaginaba todos estos cañones, con sus cureñas, o armones, emplazados en nuestras murallas y baluartes, y con una plaquita donde se pudiera leer el nombre, el peso, la potencia de fuego, y a ser posible, el lugar y la fecha de fabricación. Por ejemplo, decía que en la Muralla Real, se emplazara el "Negocioso" y el "Vespasiano"; en el Baluarte de la Concepción, el "Abenedizo" (sic); en la Muralla de Trápana, el "Aclarado", el "Cartagena", y el "Confederado". Junto al Bonete (Faro), el "Odioso" y el "Avanzador"; en el Torreón del Bonete Chico, el "Colomera"; en el Torreón de la Parada, el "Pacífico"; en el Torreón de la Florentina, el "Espuesto" (sic); en el Torreón de las Cabras, el "Agoreo"; en el Baluarte de San Pedro, el "Diego de Vara"; en el Torreón del Vigía de Tierra, el "Marqués de Leganés"; en el Baluarte de San Pedro, el "Marqués de Castro". En la Plaza de Armas, junto al Foso y Puerta de Santiago, que se ubicaran los demás, siempre que se puedieran contemplar y poder leer, como ya digo, sus nombres, fechas, y lugares de fabricación.
Como habrán comprobado, esto solo es la punta del iceberg de nuestra Historia, que parece estar oculta, por la desidia de algunos responsables. Aunque yo creo que solo debemos indagar, buscar, e inquirir; porque si unos aficionados, como este cartero "jubileta" que les escribe, dan el coñazo, con limitados medios, podemos hacer esto, imagínense el que esté obligado a ello, con los archivos "ahítos" de datos, y que trinca sus buenas catorce cosechas anuales, por llevarlo a cabo. ¿Se imaginan si en los torreones y murallas de El Pueblo, se emplazaran esos cañones, con sus cureñas, y uno de ellos cada mañana a las 12.00 en punto, desde el "Caballero de la Concepción", lanzara un "pepinazo" de estopa al aire. Yo creo que sería una gran obra turística, el recuerdo una de nuestras costumbres ancestrales, y el que lo llevase a cabo, se apuntaría el triunfo, asegurándose su correspondiente "chapón" (medalla) al pecho. Así, que, a los que corresponda, decía yo: ahí tienen ustedes una humilde idea, para una ruta turística.
