La frontera de Beni-Enzar volvió ayer a vivir un día negro, algo que desgraciadamente viene ocurriendo en las últimas semanas, por no decir meses, en los que los cierres se han convertido en algo habitual.
En la jornada de ayer, pasadas las cuatro de la tarde, las verjas del puesto fronterizo cerraron sin explicación alguna y cientos de personas se vieron atrapadas a uno y otro lado del puesto fronterizo sin poder pasar.
Según afectados, entre quienes pretendían acceder a nuestra ciudad, hubo personas que han perdido vuelos, otros atrapados en la cola y una joven en el suelo que estaba enferma.
Por lo que respecta a los que querían pasar a Marruecos, tanto a pie como en vehículos, los agentes les conminaban a cruzar por Farhana o Barrio Chino hasta que se normalizara el paso.
La frontera, que se había convertido en uno de los objetivos de la Delegación del Gobierno para su solución desde la llegada de Abdelmalik El Barkani al cargo el 2 de enero de 2012 y que sin embargo, debido a diferentes circunstancias, ha ido empeorando cada año, no sólo en lo que se refiere a la inmigración irregular, sino ya también al tránsito habitual de personas y vehículos.
Así no es de extrañar que los melillenses que acuden a los mercados cada día, no saben si encontrarán el pescado o la verdura que procede del país vecino, porque los cierres son ya una constante, curiosamente desde que se redujo el horario del contrabando a cuatro horas, que, sin embargo, sigue pasando y copando todas las filas de la frontera, mientras el resto de ciudadanos se ha visto claramente perjudicado por dicha decisión.
