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Carta a la consejera de Cultura

Memoria no es rencor

Ilma. Sra. Dª Fadela Mohatar Consejera de Cultura de la Ciudad de Melilla

Ante la próxima reunión de la Comisión de Cultura de la Ciudad Autónoma de Melilla, con ocasión del cambio de denominación de calles, para suprimir nombres de personas vinculadas a la dictadura del general Franco, y que supongan un enaltecimiento de la misma, me dirijo a Usted para solicitarle la creación de una comisión que identifique y que elabore una lista más amplia de nombres del callejero melillense, vinculados a la Falange o a militares que tomaron parte activa en el alzamiento militar contra La República.
En estos momentos quedan todavía 46 calles con nombre vinculados al franquismo y que le adjunto. En el caso de los nombres de falangistas, casi todos en el barrio de La Libertad (antiguo Calvo Sotelo), se suele aducir que se trata de nombres de personas cuyas familias siguen viviendo en la ciudad, a lo que respondemos que “las víctimas de la represión franquista”, casi 300, también tienen sus familias en la ciudad.

No se trata de llevar a cabo una “guerra de nombres”, sino de educar a través de callejero, con nombres de personas que sean referentes para las personas que viven en la ciudad, cuyos ejemplos o acciones digan algo a todos y todas los que habitan la ciudad en estos momentos y en el futuro. Sigue siendo una asignatura pendiente los nombres de mujeres en nuestro callejero, ridículamente exiguo.

Le propongo dos, el de Obdulia Guerrero Bueno y el de Aurelia Gutiérrez Blanchard. La primera fue funcionaria del Ayuntamiento y perdió su trabajo como consecuencia de la depuración franquista. Se vio obligada a exiliarse y a su regreso fue profesora de la Universidad de Madrid. A la segunda se la puede considerar como la fundadora de la Escuela de Magisterio de Melilla, tras ejercer como profesora durante 10 años en nuestras ciudad, siendo fusilada en Valladolid.

El último nombre que le propongo es el de Manuel Romerales Quintero, Comandante General de Melilla, que fue fusilado por negarse a secundar la sublevación militar. Creo que este nombre es mucho más adecuado que el del “desconocido y oscuro” Conde del Serrallo, para sustituir el nombre de José Antonio Primo de Rivera. Esta calle tenía la denominación de Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la II República española.
(Enrique Delgado Jiménez
Colectivo Ciudadano para la
Supresión de Símbolos Franquistas)

PIE DE FOTO:
General Manuel Romerales Quintero

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