Alrededor de 70 personas entre agentes de la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil y militares participan desde ayer en un curso organizado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) sobre la captación y la promoción del radicalismo terrorista yihadista dentro y fuera de Internet y las redes sociales. El secretario general del SUP en Melilla, Jesús Ruiz Barranco, indicó que el profesor de este curso es un inspector jefe de la Policía Nacional y jefe de una brigada de información, que explica a los agentes que se han inscrito cómo estas células utilizan Internet como plataformas, pero también sus grupos de amistad una vez que ya están radicalizadas. El objetivo es que los agentes destinados en Melilla tengan un conocimiento más amplio sobre el radicalismo para hacer terrorismo y que “hagan una discriminación” entre este fenómeno y el mundo islámico, ya que estos grupos activistas “fomentan el odio no sólo sobre el mundo occidental, cristiano o ateo, sino incluso sobre los musulmanes que no acatan sus ideas”.
“Este tipo de cursos lo que hacen es informar a los agentes inscritos de que el radicalismo no es religión, sino que es una forma de delincuencia y los policías debemos tener muy claro dónde dirigir nuestra actividad para detenerlo, controlar a estas personas y detenerlas si es posible”, señaló Ruiz Barranco.
En el curso organizado por el SUP, titulado “Activismo Jihadista. Redes online y offline”, se explica a los agentes que existen focos de radicalismo en las sociedades donde hay musulmanes “pero ellos no son los culpables”, pues lo que intentan esos focos proselitistas es “intentar engañar a esta sociedad musulmana”.
“Por eso se ha dicho en el curso que la única forma de combatir este terrorismo nace desde el mundo musulmán, que debería evitar que camparan a sus anchas”, apuntó Ruiz Barranco tras señalar que los grupos activistas “viven en sociedades donde se mueven muy fácilmente dentro de la religión”.
En este punto, precisó que Melilla y Ceuta, donde buena parte de su población de musulmana, “son como Madrid o Barcelona, más proclives a que haya grupos activistas de un proselitismo religioso equivocado respecto al mundo musulmán, que es de paz”.
Durante el curso “se señalado que en España se están produciendo más detenciones que en Francia o Alemania de personas antes de que puedan atentar”.
Perfil
Además, también se dio a conocer el perfil de las personas que se integran en estos grupos activistas, que son habitualmente jóvenes porque su corta edad los hace “muy maleables para cambiar el pensamiento ofreciéndoles una vida de héroes, de luchar contra los Gobiernos que oprimen”.
Estos grupos los suelen promover “personas que han sido activistas religiosos muy fuertes que se han radicalizado” y que “intentan captar a un mayor número de personas proclamando el radicalismo” o la imposición del velo a las mujeres, la sharia o “un sistema de vida que va en contra de la sociedad”.
