El Club Melilla Baloncesto volvió ayer a los entrenamientos -tras la derrota sufrida el pasado viernes ante Cafés Candelas Breogán (79-83), la segunda consecutiva por primera vez en la presente temporada- con los cinco sentidos puestos en la visita del próximo viernes al Palacio de los Deportes de La Rioja para medirse al C.B Clavijo. Hace dos jornadas, el decano vivía un momento inmejorable tras ganar a Iberostar Palma y colocarse líder invicto. Pero las dos últimas derrotas relegaron al equipo melillense a la quinta posición, aunque de momento las dudas no han aparecido en el conjunto que dirige Alejandro Alcoba, que se centra ya en su próximo envite liguero.
Por ello, el plantel azulino reanudó los entrenamientos en Pabellón Javier Imbroda. Una sesión en la que participaron todos los jugadores de la primera plantilla y que consistió en una primera parte en la que se trabajó con el preparador físico, Álvaro De Pedro, en un circuito, y una segunda, ya con Alejandro Alcoba al mando, en la que el aspecto táctico tomó el protagonismo.
Esta fue la primera parte del plan de trabajo que ha propuesto el técnico melillense y su cuerpo técnico para esta semana y que continuó por la tarde, de nuevo, en las instalaciones del Javier Imbroda, con un nuevo entrenamiento, en el que se continuó preparando la visita a Logroño.
Un rival que no vive su mejor momento, tras sumar ante el Cáceres Patrimonio de la Humanidad su tercera derrota consecutiva, que le ha relegado a la decimocuarta posición, a pesar de contar en su plantilla con jugadores de gran potencial, como Yates, Coggins o la veteranía del ex del Melilla Baloncesto, Carles Bravo.
Hoy, el equipo retomará el trabajo por la tarde, con una nueva sesión táctica, aunque por la mañana hay programado un entrenamiento de carácter voluntario. Mañana y el jueves, la plantilla se ejercitará en una única sesión, siendo la del jueves la última en nuestra ciudad antes de emprender viaje a tierras riojanas.
