El observarnos haciendo mil posturitas en la Seguridad Social, es que algo nos falla. Yo comprendo que los tiempos tan liberales que estamos sufriendo, nos hacen pensar que hay una mano escondida que nos hace mostrar en cualquier momento nuestra parte gay dados los continuos lances que sufrimos en el metro, en el tranvía o en el trolebús, y es que en esta vida todo se pega menos la hermosura, y claro, siempre hay algún bujarrón que no pierde “ripio” , lo que da lugar a que tengamos que ir “con el ojo avizor” por aquello de que salta la “liebre” cuando menos te esperas, terminando tú con el rabo entre las patas y gritando ¡Sálvame! ¡Sálvame!… pero de todo esto, a que en la ventanilla del comarcal mostremos que queremos nos operen de hemorroides, me parece un poco fuerte. Por ello, sólo por ello, muestro y demuestro con hechos “fotográficos” que me han traspasado “el corazón” al verlos. Vean y determinen ustedes si este Comarcal tan rebosante hace que se ocupe hasta la sala de recepción para aliviar nuestro atrevido y provocador (para algunos) postureo de los necesitados de atención cirujana. Y por narices se tiene que pasar por el “tubo”. Y es que hoy en día no nos dejan ser correctos. Claro que, no se preocupen ustedes, con tiempo y una caña pescaremos un lumbago que ni el entubado nos van a enderezar; ahora bien, cual es mejor postura a poner para no enseñar el culo a los espectadores que tiemblan a su vez, solo de pensar en la posturita a poner para que les oigan… vean.
