Director: Michael Cuesta. Intérpretes: Dylan O'Brien, Michael Keaton, Sanaa Lathan
American assassin es la primera entrega de una nueva franquicia cinematográfica, basada en la colección de novelas escritas por Vince Flynn. Vince Flynn nació en St. Paul, Minnesota, en 1966. En 1990, tras un fallido intento de ingresar en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, pensó en escribir un libro, algo un tanto insólito ya que de pequeño fue diagnosticado con dislexia y había tenido problemas para leer y escribir toda su vida. Después de dos años trabajando para la compañía inmobiliaria United Properties, se trasladó a Colorado, empezando a escribir "Term Limits" durante el día y trabajando de barman por la noche. Cinco años después y más de sesenta cartas de rechazo, decidió publicar él mismo su primera novela. El libro se convirtió en el más vendido de Mineápolis-Saint Paul y, en menos de una semana, ya tenía un nuevo agente y un acuerdo de dos libros con Pocket Books, un sello de Simon & Schuster.
"Term Limits" entró en la lista de libros más vendidos del New York Times en tapa blanda. Los que le siguieron, han sido superventas y todos ellos han figurado en la lista de libros más vendidos del New York Times. La obra de Flynn es famosa por su labor de documentación y sus proféticas advertencias sobre el ascenso del fundamentalismo radical islámico y el terrorismo. Las novelas son tomadas tan en serio que un alto cargo de la CIA dijo a su gente: "Quiero que leáis los libros de Flynn y empecéis a pensar cómo podríamos librar más eficazmente esta guerra contra el terrorismo". En octubre de 2007 su noveno thriller político, "Protect and Defend", ocupó el primer puesto de la lista de los libros más vendidos del New York Times. CBS Films adquirió los derechos del personaje Mitch Rapp, con la intención de crear una franquicia cinematográfica. "American Assassin" y "Kill Shot", publicadas en octubre de 2010 y febrero de 2012, respectivamente, son precuelas de la saga de Mitch Rapp y ambas llegaron al primer puesto de la lista de los más vendidos del New York Times. Otras obras de Flynn son: "Transfer of Power" (1999), "The Third Option" (2000), "Separation of Power" (2001), "Executive Power" (2002), "Memorial Day" (2004), "Consent to Kill" (2005), "Act of Treason" (2006), "Extreme Measures" (2008), "Pursuit of Honor" (2009), "The Last Man" (2012), Vince Flynn falleció en 2013 a causa de un cáncer de próstata. Kyle Mills continuó contándonos las hazañas de Mitch Rapp en sus novelas "The Survivor" (2015), "Order to Kill" (2016) y "Enemy of the State" (2017).
El mundo cambió tras el atentado del 11 de septiembre en Nueva York y Flynn reemplazó el eterno enfrentamiento entre Estados Unidos y Unión Soviética de la novela de espionaje, por una nueva trama de amenazas espontáneas que pueden proceder de cualquier parte. El ascenso global del terrorismo contra civiles necesitaba de la CIA un nuevo tipo de recluta, espías capaces de meterse en las oscuras mentes motivadas no tanto por objetivos políticos como por arrasar el mundo con su furia. Así nació el personaje de Mitch Rapp, un hombre que utiliza su rabia, su idealismo, su orgullo y su ponzoña sumamente personal para pagar con la misma moneda a las amenazas desarraigadas y vengativas que definen el tiempo que vivimos.
Ameridan Assassin nos cuenta los orígenes de Mitch Rapp (Dylan O'Brien), cómo pasa de novio desconsolado a recluta prometedor de la CIA en su primera misión tras la pista de 15 kilos de plutonio robado. Rapp es inteligente, intrépido y eficientemente letal, pero también es impaciente, tosco y sumamente individualista, en un mundo de políticos de carrera. No se fía de casi nadie, considera que la autoridad hay que ganársela y se niega a dejar que los obstáculos burocráticos del sistema se interpongan en su camino.
El entrenador Stan Hurley (Michael Keaton) intenta arreglar sus errores preparando a Rapp para que se incorpore a Orion, la red más oculta dentro de la CIA. Pero Rapp establece contactos personales que le ayudan a infiltrarse en una trama de mercenarios extremistas, traficantes de armas, y un antiguo agente furioso no muy distinto de él, que conspiran para provocar una nueva guerra mundial. Irene Kennedy (Sanaa Lathan) es la subdirectora de la CIA que decide asumir el riesgo al reclutar a Rapp, con la esperanza de crear un agente de aspecto sencillo e instintos asesinos. Los Estados Unidos están amenazados por uno de los suyos, un antiguo agente de Orion convertido en renegado y conocido internamente por el apodo de Fantasma (Taylor Kitsch). En su primera misión, recorriendo Oriente Medio y Europa, Mitch une sus fuerzas a las de la agente turca Annika (Shiva Negar), con un pasado igualmente traumático y con la que tiene que fingir estar casado.
Michael Cuesta nació en Nueva York en junio de 1963. Principalmente es conocido por sus películas independientes. En 1985 recibió de la School of Visual Arts un BFA en fotografía. Escribió (junto con Stephen Ryder y Gerald Cuesta) y dirigió la película "L.I.E." (2001) , elogiada por la crítica, que le llevó a convertirse en director habitual de la serie "Six Feet Under" (2001-05). Para el cine ha dirigido: "El fin de la inocencia" (2006), "Tell-Tale" (2009), "Roadie" (2011) y "Matar al mensajero" (2014). Su principal trabajo lo ha realizado para televisión, como director y productor, en series como Homeland", "Dexter", "Elementary", "Billions" y "Blue Bloods (Familia de policías)". Ha ganado el Emmy y el premio del Sindicato de Directores (DGA).
En la escritura del guión han intervenido: Stephen Schife (productor, guionista de televisión y periodista); Michael Finch, conocido por su trabajo en "Predators", "La conspiración de noviembre" y "Hitman: Agente 47"; Edward Zwick, aparte de su extenso trabajo en televisión, ha dirigido películas como "Tiempos de gloria", "Leyendas de pasión", "El último samurái" o "Diamante de sangre", y Marshall Herskovitz, guionista, productor y director ganador de numerosos premios por su trabajo en cine y televisión. Los guionistas decidieron situar los orígenes de Rapp en el tiempo presente para que reflejara la pasión de Flynn por la actualidad del momento en un mundo que no deja de cambiar a cada instante. También dieron más protagonismo al personaje de Fantasma sirviendo, al mismo tiempo, de contrapunto oscuro de Rapp. Realizaron algunos cambios para optimizar el ritmo y la intensidad visual, pero siempre manteniendo el relato fiel al espíritu de la creación de Flynn.
El rodaje de American Assassin se llevó a cabo en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Malta y Tailandia. El director de fotografía Enrique Chediak, el diseñador de producción Andrew Laws y Michael Cuesta estaban de acuerdo en dar la máxima prioridad a la verosimilitud, convertir las páginas de los estilizados e impecables tecno-thrillers del siglo pasado en algo más tosco pero efectivo. La fotografía se centró principalmente en sumergir al espectador en el punto de vista subjetivo de Rapp. En Roma, convertida en un personaje más de la película, se rodó en el complejo de viviendas de Corviale. Construido a las afueras de la ciudad en la década de 1970, es el edificio residencial más largo de Europa, albergando a unas seis mil personas en una especie de miniciudad. Además, debajo del edificio hay una serie de galerías subterráneas, que se aprovecharon para la secuencia del túnel, aunque fueron construidos otros para su destrucción. El interior de la "sala de guerra" desde la que Irene Kennedy dirige Orion, se creó en un viejo complejo de servidores de Sun Microsystems, contando con la colaboración de un asesor de la CIA.
Para el complejo de "la granja" de Stan Hurley, se utilizó una casa en los bosques de Guildford, Inglaterra. En plató, se recreo la cubierta del U.S.S. Dwight D. Eisenhower, el célebre portaaviones de 114 000 toneladas, para tener mayor libertad en el rodaje que si lo hubieran realizado en un navío real. El trabajo más insólito fue recrear una réplica exacta de una bomba nuclear portátil. Para ello se requirió la colaboración de un físico nuclear. La bomba tenía que parecer real para cualquiera que sepa del tema y, al mismo tiempo, resaltar la aterradora realidad de lo pequeño y ligero que puede ser un artefacto nuclear moderno.
El que un agente secreto tenga que impedir que explote una bomba atómica enemiga, es algo ya visto en otras películas. El arma de American Assassin es un artefacto de 70 kg de peso, con una potencia aproximada treinta veces superior a la que cayó en Nagasaki, que estalla cerca de un importante buque de guerra estadounidense. Eso suponía hacer algo que parece inconcebible que suceda de verdad. "Normalmente, en este tipo de películas, alguien acaba cortando un cable e impide una catástrofe en el último momento, así que resulta curioso tener una escena en la que nadie corta esos cables", comenta el diseñador de producción Andrew Laws.
Para recrear el hongo de una explosión atómica, el equipo estudió grabaciones, la mayor parte procedentes de las pruebas atómicas de la década de 1950 en el atolón Bikini, pero se decidieron por un punto de vista más de ojo del huracán, que sumerge a los espectadores en un vacío. El supervisor de efectos visuales es Paul Norris, que ha trabajado en "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", "Harry Potter y el cáliz de fuego", "Los Vengadores: la era de Ultron" y "Ex Machina", premiada con el Oscar a los Mejores Efectos Visuales. Los efectos especiales han sido supervisados por Simon Cockren, cuya filmografía incluye "Salvar al soldado Ryan", "El ultimátum de Bourne", "Fast & Furious 6" y "Z, la ciudad perdida".
American Assassin nos cuenta la historia de cómo un tipo normal se convierte en un hombre en busca de venganza personal y un profesional que opera con un intenso sentido de la justicia. Una historia sobre cómo alguien puede convertirse en un héroe. Y lo hace con una tensión que va en aumento, desde tiroteos militares a combates cuerpo a cuerpo, persecuciones en coche o hacer frente a la bomba definitiva.
