Es muy posible que el titular de este artículo resulte algo extraño, pero lo cierto es que desde mi perspectiva, el resto de los españoles que están fuera de la ideología nacionalista catalana, le tenemos que estar muy agradecidos. Pienso así, porque antes de que sucediera este asalto a la ley y al Estado de Derecho por parte del gobierno de la Generalitat de Cataluña, yo veía a España como un erial ideológico carente de sensibilidad hacia los valores patrios por parte de nosotros, los españoles.
El orgullo de ser español o al menos de manifestarlo, tuvo sus atisbos cuando la Selección Nacional ganó el Mundial de Sudáfrica en 2011, pero lo cierto; o al menos, así lo veo yo, es que en este país siempre se ha valorado más lo que ha venido de fuera que lo que se hacía en nuestro territorio…Es obvio que ni el Rey, Felipe VI, el día de su coronación pronunció la palabra “Patria”. Además, las banderas españolas en cualquier lugar que no fuese una institución brillaban por su ausencia…Me daba esa triste sensación, como si la Bandera Nacional, no estuviera ni bien vista, incluso, como si estuviera vinculada a la Extrema Derecha o algo por el estilo.
Nadie hablaba de ponerle letra al Himno de España, ni tan siquiera se asumía en la conciencia de cada ciudadano el hecho de que fuésemos europeos; no digo las instituciones…Ya es conocido el dicho, máxime con los casos recientes de corrupción política: “No puede ser, Europa está de los Pirineos para-arriba”.
No obstante, Todo ha sidol materializar por parte de “ Jums per sí” su golpe de Estado, cuando ya empezó a fraguarse el apoyo constitucionalista de la ciudadanía española; que conste que no digo “instituciones españolas”, algo que veo normal; me reafirmo en lo escrito: “la ciudadanía”. Y eso ha sido bonito. Las manifestaciones en Cataluña de un millón de personas con las banderas españolas, orgullosos de llevarlas, amén de las europeas y la señera tradicional es algo que yo con cuarenta y nueve años que tengo, nunca había visto en televisión.
Además, es fácilmente perceptible como todas las ciudades españolas lucen en muchos de sus balcones infinidad de banderas y de insignias nacionales que nada tienen que ver con la Extrema Derecha, sino que incluso amigos míos de izquierdas de toda la vida las han colocado, las han fotografiado y me las han enviado por Facebook. Esto yo nunca lo había vivido antes. Es como la madre que le riñe o azota a su hijo y viene otro e insulta a la víctima…Las cosas cambian seguro.
El mismo capitán de la Selección Nacional de Fútbol, Sergio Ramos, afirmó en una entrevista que España necesita ponerle letra a su himno. Y estas cosas solo quieren decir que una nación no solo ha de fundarse institucional y orgánicamente, también debe de sentirse. …La gente saludando a la Guardia Civil y a la Policía Nacional con verdadero cariño y complicidad…Estas cosas no se veían antes y creo que hacían falta. Y lo mejor de todo es que era algo, desde mi perspectiva, necesario. Porque se demuestra que este sentirse español no nació el uno de Octubre, se llevaba desde hacía mucho tiempo, aunque no se quisiera manifestar, y en estos días el Catalanismo nos lo ha recordado.
Por eso titulo mi artículo y se lo envío también a algún catalanista que alguno alberga esta ciudad…”¡Gracias Cataluña!”…Nos habéis dado un grato regalo.
