Un 'coche kamikaze' ha conseguido entrar a toda velocidad a Melilla por la frontera con dos inmigrantes de origen subsahariano a bordo, ocultos en el salpicadero delantero y en el maletero, para huir por las calles de la ciudad y abandonar el vehículo con los dos 'sin papeles' en su interior. Según ha informado este sábado una portavoz de la Delegación del Vehículo, los hechos ocurrieron el viernes a las 12.35 horas en el puesto fronterizo de Farhana cuando un vehículo con matrícula marroquí, al querer acceder a Melilla, recibió la orden de retorno por parte de Policía española por no presentar la documentación en regla.
La portavoz gubernamental ha explicado que el coche, a escasa velocidad, inició la maniobra de retorno al país vecino, maniobra "que aprovecha para abandonar el puesto fronterizo y a partir de ahí iniciar huida a gran velocidad hacia el interior de Melilla".
En ese preciso instante, se activó un dispositivo persecución tras el vehículo por parte la Guardia Civil y Policía Nacional, que poco después hallan el coche abandonado.
La citada fuente ha indicado que, de su interior, los agentes rescataron a una mujer subsahariana oculta en el salpicadero delantero vehículo y a un hombre, varón joven, en el maletero.
La investigación está en curso para intentar localizar al conductor huido, que seguramente se ha fugado a pie, tras abandonar el vehículo con los dos inmigrantes subsaharianos ocultos en su interior.
La entrada de este viernes es muy similar a otras que se han registrado en estos últimos años. Al menos, tienen muchos elementos en común, por ejemplo en el modus operandi: la mayoría de ellos no son detenidos. Además, todas ellas ocurren en momentos de poco tránsito, en días en que no hay el intenso tránsito comercial que colapsa esta frontera de lunes a jueves, y en horarios de escaso tránsito, no como el viernes, aunque en esta ocasión no ha ocurrido muy temprano y recién abierto el paso fronterizo, sino a las 12.35 horas.
Las primeras entradas por este peligroso método se produjeron en febrero de 2013 y terminaron en los tribunales porque varias ONG y partidos políticos denunciaron la devolución a Marruecos de los 21 inmigrantes que lograron entrar mediante la aplicación del Acuerdo de Readmisión hispano-marroquí. Casi tres años después, en enero de 2016, la Justicia archivó definitivamente el asunto.
