Los melillenses que ayer quisieron cruzar los puestos fronterizos de Melilla con Marruecos vieron una verdadera pesadilla. Cientos de ciudadanos quedaron atrapados a uno y otro lado de las verjas de Beni-Enzar y Farhana por los distintos cierres de frontera que se registraron a lo largo del día, lo que la Delegación del Gobierno llama "cierres técnicos" para controlar el flujo de personas y vehículos con seguridad.
Así familias al completo que habían pasado a Marruecos a pasar el día quedaron encerrados en estos puestos fronterizos sin posibilidad de pasar a Melilla ni dar la media vuelta, lo que hizo más angustiosa la espera, sobre todo para aquellos que iban acompañados de niños de corta edad o personas de avanzada edad.
Muchos no se explicaron por qué se produjeron estos contratiempos si el sábado no es día de comercio fronterizo y sí en cambio de paso de melillenses y de nadorenses a hacer turismo.
Algunos optaron por aparcar sus vehículos cerca del puesto fronterizo de Barrio Chino y cruzar caminando, el único que ofrecía esta posibilidad, porque los cierres en Farhana y Beni-Enzar eran totales: no podían pasar vehículos ni personas caminando. En definitiva, un infierno en la tierra.