La familia de Naira, su abogado y la presidenta de intercultura, Yonaida Selam, ofrecieron una rueda de prensa para actualizar la información sobre el caso de la pequeña, que falleció tres horas después de haber sido dada de alta por un MIR. El juicio, que se encuentra todavía en fase de instrucción, tuvo ayer una tensa jornada al producirse un enfrentamiento entre la madre de la niña y uno de los enfermeros que acudieron a declarar, a quien acusó de “mentir” y de “no estar allí” cuando sucedieron los hechos. Dicho enfrentamiento provocó la intervención de la seguridad de los juzgados. El abogado de la familia, quién afirma que “o miente la madre, o miente el hospital” solicitó dos careos de los testigos con la madre para tratar de determinar la veracidad de sus testimonios. El abogado de la familia de Naira, acompañado por la presidenta de Intercultura, Yonaida Selam, y por los familiares de la menor fallecida, compareció ayer en rueda de prensa para actualizar la situación del caso.
A las 9.30 de ayer estaban citados los investigados y testigos para someterse al interrogatorio de los letrados en el juicio -aún en fase de instrucción- por el caso de Naira, la menor de 3 años que falleció tres horas después de haber sido dada de alta en el Hospital Comarcal por un médico en período de residencia (MIR).
A la sala, en la que no pudo personarse la magistrada que lleva el caso por encontrarse enferma -hubo de ser sustituída-, acudieron a declarar las dos doctoras investigadas, responsables de la tutela del MIR, un intensivista y dos enfermeros. El hecho de que uno de éstos enfermeros se presentase a declarar provocó un gran revuelo en la sala, hasta el punto en que tuvo que intervenir la seguridad de los juzgados para evitar males mayores, ya que la madre de la pequeña afirmaba que el testigo “no había estado allí” y que “había ido a mentir” en un esfuerzo “corporativista” para encubrir a los médicos y al hospital. El enfermero en cuestión declaró que a la joven Naira se le había realizado una prueba, la pulsioximetría, que habría indicado que todo estaba en orden y, por lo tanto, que se le podía dar el alta. El abogado de la familia rechaza este argumento, dado que ésta prueba no aparece reflejada en ninguno de los dos partes médicos existentes. Así mismo, en referencia a la “doctora del hiyab”, que supuestamente habría aconsejado a la familia no realizar la autopsia por ser “haram, pecado”, el abogado consideró que dicha doctora había mentido en su declaración.
Son estas incongruencias las que hacen concluir al letrado que “o miente la madre, o miente el hospital”, por lo que ha exigido un careo entre, por un lado, la “doctora del hiyab” y la madre de Naira y, por otro lado, entre el enfermero que afirma haber realizado la pulsioximetría y la madre de Naira. De este modo, se pretende comprobar si alguno de los testimonios ofrecidos por estas personas es falso, como sospecha el letrado, quien ve en estas declaraciones una conspiración para esconder una negligencia: “Si Naira hubiera sido puesta en observación, seguiría viva”, concluyó el letrado.
