Otro de los problemas a los que aludió ayer el presidente melillense, Juan José Imbroda, es el de los menores inmigrantes, cuyas entradas irregulares “no se pueden parar” ante “tanto gentío en la frontera”. Dijo que el puerto melillense suma en lo que va de año 12.000 intrusiones, “no todos menores”, y que 200 han sido interceptados como polizones.