Fran Guerra volvió a ser de nuevo el jugador más valorado del Melilla Baloncesto. El interior canario contribuyó al triunfo de su equipo con 16 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias, 2 balones recuperados y provocó 3 faltas personales. En total, contabilizó 26 créditos de valoración. El Melilla Baloncesto encadenó ayer su segunda victoria consecutiva, tras imponerse al CBC Valladolid por un contundente 79-62, en un partido muy completo de los hombres de Alejandro Alcoba.
El conjunto melillense había tomado la iniciativa en el marcador con una canasta de Dani Rodríguez, encontrando respuesta por parte de Óscar de la Fuente, que empataba la contienda con la transformación de dos tiros libres. Esta sería la segunda y la última oportunidad en la que el electrónico estuvo igualado.
A partir de este instante, los azulones, merced a una gran defensa y a los errores en el tiro de los pucelanos, fueron distanciándose en el luminoso, gozando de una ventaja de siete puntos en el tramo final de este primer cuarto (15-8), que se repetiría a la conclusión del mismo (17-10). Edu Durán fue el máximo anotador (5) y el autor del único triple convertido por ambos equipos en este acto.
En el segundo asalto, la superioridad de los de Alejandro Alcoba fue apabullante, siendo clave el dominio bajo los tableros que mostró Fran Guerra y el acierto de sus compañeros en los lanzamientos desde la línea de 6,75. No en vano, los locales convirtieron cinco, tres de Diego Kapelan, uno de Edu Durán y otro de Filip Djuran.
De esta forma, y con un CBC Valladolid que estuvo muy errático de cara al aro, el Melilla Baloncesto logró abrir una importante brecha en marcador, alcanzando una máxima de 16 puntos en los últimos segundos de este periodo (36-20). En las filas de Paco García solo el internacional holandés Jito Kok intentaba mantener a flote a los suyos. Con un tranquilizador 39-23 se marcharían los dos equipos a los vestuarios.
El partido se reanudó de idéntica manera a como concluía el segundo cuarto, es decir, con los de Alejandro Alcoba estando muy inspirados desde el perímetro. Así, lograron los melillenses sus tres primeras canastas (dos triples de Mamadou Samb y uno de Diego Kapelan), lo que les disparó aún más en el electrónico, situándose con hasta 22 puntos de renta (45-23). Los vallisoletanos aguantaban el temporal como podían, con Sergio de la Fuente y con Jito Kok como únicos referentes en ataque.
Por suerte para los castellano-leoneses, mediado este tercer cuarto, los locales retiraron un poco el pie del acelerador, lo que les permitió firmar un 0-6 y colocarse a 15 puntos (48-33), solicitando de inmediato el entrenador melillense un tiempo muerto. Este parón les vino bien a los azulones para cortar el intento de reacción de su rival, marchándose al final de este periodo con un cómodo y bastante tranquilizador 56-41.
En el último acto, el Melilla Baloncesto incrementó de salida su intensidad defensiva, encadenando, en menos de cuatro minutos, un parcial de 13-4, estableciendo una máxima diferencia de 24 puntos (69-45). Paco García pidió un tiempo muerto para parar la sangría, dando excelentes frutos el mismo ya que lograron un 0-11 que les acercaba algo en el luminoso (69-56). Ahí prácticamente se acabó el intento de reacción del CBC Valladolid, que no logró estrechar más el marcador, más bien todo lo contrario, puesto que al final de la contienda se llegó con el resultado abultado de 79-62.
