Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

SODEMEL: Melilla puede ser una opción ideal para la domiciliación de empresas

Melilla cuenta con unas ventajas fiscales muy importantes que, unidas a la seguridad jurídica que proporciona el marco legislativo español, podrían suponer un atractivo diferencial de cara a convertir nuestra ciudad en un imán de empresas. Con motivo de la crisis catalana, hemos visto salir de Barcelona las sedes de muchas compañías, grandes y pequeñas, y desde SODEMEL se defiende la tesis de que, aplicando una serie de cambios y haciendo una buena promoción, muchas de esas compañías podrían, el día de mañana, considerar la posibilidad de establecerse en nuestra ciudad. Melilla tiene un descuento del 50% en sociedades e IRPF -que quiere elevarse hasta el 75%- y, además, no está dentro de las “zonas de baja presión fiscal”, lo que podría favorecer la llegada de empresas extranjeras. El modelo de “centro de empresas” es un negocio productivo que muchos países han incorporado sin reparos, especialmente en sus posesiones de ultramar (basta citar el ejemplo del Reino Unido que, sólo en Europa, tiene 3 de estos territorios de tributación especial) y desde SODEMEL se considera que cualquier estrategia para atraer inversiones y empresas sería positiva para el futuro de Melilla. Melilla, como reza la propia web de PROMESA, cuenta con bonificaciones del 50% en IRPF (que el ejecutivo local está planteando subir hasta el 75%), impuestos sociedades, tributos locales y del 75% en Patrimonio. La ciudad cuenta con una tributación atenuada en el caso del impuesto especial sobre hidrocarburos y no se aplica el impuesto sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas. De las ventajas fiscales descritas se desprende que Melilla debería tener gran parte del camino ya recorrido a la hora de convertirse en un imán de empresas.
El propio ex-ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, propuso en su día que Melilla bien podría convertirse en un “paraíso” fiscal que atrajera empresas y capital (cabe recordar que ni Melilla ni Ceuta son, a día de hoy, paraísos fiscales). La idea del paraíso fiscal tal vez sea demasiado extremista, pero que Melilla pueda convertirse en un centro de gestión de empresas, un lugar donde dichas empresas establezcan sus domicilios sociales y fiscales, es una posibilidad real. Muchos países de Europa tienen su propio territorio de “régimen tributario especial”, como pueden ser la Isla de Man o Gibraltar (Reino Unido), Liechtenstein, Mónaco o la propia Andorra.
La fuga de empresas de Cataluña propició un editorial del presidente de SODEMEL, Enrique Bohórquez, del que se extraía una pregunta sencilla; Si las sedes de las empresas se van de Cataluña, ¿por qué no se instalan en Melilla?
Bien es cierto que tan sólo se han desplazado sedes sociales pero de querer trasladar también la sede fiscal, a efectos prácticos, nada cambiaría para las empresas que quisieran trasladar su gestión a nuestra ciudad… las fábricas no se moverían, a priori sólo deberían trasladar la administración o encomendársela a una gestoría, y las obligaciones fiscales en nuestra ciudad son mucho menores que en el resto del territorio nacional.
Melilla es por tanto una muy buena opción para aquellos que tengan o quieran permanecer empadronados en España pero traten de hacerlo optimizando impuestos, aunque montar una empresa en Melilla también puede ser interesante para empresarios que no vivan en España, dado que las empresas españolas domiciliadas aquí no cuentan como empresas en “zonas de baja presión fiscal” (como pasa en Canarias), lo que facilita acogerse a nuestros beneficios fiscales. Para que esto funcionara para residentes en países de fuerte carga fiscal de la UE (como Dinamarca o Alemania), la sociedad debería ser más que una empresa fantasma, es decir, debería tener un administrador oficial en Melilla (un centro de gestión). De este modo, una sociedad así sería reconocida en Dinamarca, Alemania o cualquier otro país de Europa.
El sueño de un inversor es, por supuesto, obtener grandes beneficios, pero también tener alta seguridad para su dinero, e impuestos tan bajos como sea posible. Melilla conjuga la seguridad jurídica y fiscal con un muy ventajoso sistema tributario. La promoción de Melilla en tal sentido es algo que desde SODEMEL ya se viene tiempo planteando, y podría suponer una inmensa fuente de riqueza, no sólo a nivel de impuestos, sino también como resultado de la apertura de centros de negocios, gestorías y oficinas. Un negocio limpio y productivo.

Loading

Fernando Lamas Moreno

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€