La Luz de Belén vuelve por cuarto año consecutivo a Melilla. En esta ocasión, la ceremonia de reparto de la llama se llevará a cabo el 22 de diciembre y se introduce una novedad. La luz saldrá desde la puerta del CETI portada por un inmigrante cristiano, acompañado por los compañeros que así lo deseen y por un grupo de jóvenes de las parroquias de la ciudad. A lo largo del recorrido cantarán villancicos y los más jóvenes se convertirán en sembradores de estrellas, imponiendo pequeñas estrellas en la solapa de los transeúntes para desearles una feliz Navidad. En declaraciones a MELILLA HOY, el vicario episcopal Roberto Rojo señaló que continúan con los preparativos y que no todo está definido, pero sí que "este año queremos que la Luz de Belén llegue al Sagrado Corazón desde el CETI". La intención es "hacernos presente ante una realidad que está viviendo mucha gente como es la inmigración", y aunque "no nos toca dar soluciones sí que seamos consciente de ella, transmitiendo la alegría de que Jesús sigue estando con nosotros. Precisamente esa Luz de Belén lo que intenta es unir a toda Europa en la luz de Cristo, que quiere seguir naciendo en todos los lugares y en todas las personas".
Luz de Belén
Roberto Rojo se trasladará el día 20 a Jerez de la Frontera que es donde este año llega a Andalucía la Luz de Belén, procedente de tierra santa, y desde ahí se distribuirá por toda la geografía andaluza. "Yo recogeré la llama el día 21 y esa noche embarco a Melilla para poder celebrar el día 22 la ceremonia de reparto de la luz en el Sagrado Corazón", dijo.
Explicó que la procesión se iniciará el viernes a las siete de la tarde desde la puerta del Centro Temporal de Inmigrantes, y que será uno de los migrantes residentes en esta instalaciones, de confesión cristiana, el que se convertirá en el portador de la llama. Le acompañarán en el recorrido, los amigos o compañeros del centro que así lo deseen. Le arropará un grupo de jóvenes de las parroquias de Melilla. Se espera que lleguen al Sagrado Corazón a las ocho de la tarde.
Según Roberto Rojo, este año se realiza sin duda el camino más largo. El recorrido les llevará por barrios de mayoría musulmana, lo que permitirá a la comitiva de la Luz de Belén, "de la misma forma que los cristianos vivimos la Navidad en nuestros hogares, hacer partícipe a toda la ciudad, felicitando a todo el mundo estas fiestas". Para ello se añade una nueva tradición, arraigada en muchos lugares de España y especialmente en Andalucía, como es la de los Sembradores de Estrellas. La idea es que los niños de las parroquias que participarán en la marcha, impongan pequeñas estrellas en el pecho de las personas que encuentren en el camino, para desearles una feliz Navidad.
Una vez en el Sagrado Corazón, se ofrecerá una oración tras la que se distribuirá la Luz de Belén entre los asistentes. Se invita a los melillenses a que acudan a la ceremonia con velas o quinqués en los que poder llevarse esta llama a sus hogares. Acto seguido, el vicario, arropado por los feligreses, se encaminarán hacia el Foso del Hornabeque donde llevarán la Luz de Belén al nacimiento oficial. Roberto Rojo animó a los melillenses a que participen de este acto y de "esa alegría de que Jesús nace en nosotros y la sepamos transmitir con todos con los que convivimos".
Por último el vicario recordó que el tercer domingo de adviento, el del 17 de diciembre, se llevará a cabo en las parroquias de Melilla la bendición de las tallas del Niño Jesús de los belenes particulares. En este punto recordó las palabras del Papa Francisco, que señala que es preciso "estar más atentos" en Navidad de los pobres y de quienes necesitan acogida. "Por ese motivo, de la misma forma que vamos a poner un Niño Jesús en nuestros belenes, que pongamos a esas personas en nuestros corazones, y que en la medida que podamos dar calor, lo demos y con la Luz de Belén es una forma de hacerlo", aseguró Roberto Rojo.
La tradición de la Luz de Belén
La campaña de "La Luz de la Paz de Belén" fue organizada por primera vez en el año 1986 en Linz, en Austria, por el movimiento de scout católico como parte de un completo programa actividades navideñas de caridad a favor de los niños discapacitados y de las personas necesitadas. Desde entonces, la iniciativa se ha extendido por el mundo. Cada año se enciende una vela con la llama de la luminaria situada en la Basílica de la Natividad en Israel, junto al lugar en el que se supone dio a luz la Virgen María. La luz viaja desde Tel-Aviv, la capital israelí, a Holanda y de allí al resto de Europa.
