La Ciudad Autónoma de Melilla inició ayer las obras de dos proyectos para avanzar en la movilidad urbana sostenible, concretamente la adecuación de los caminos escolares de los colegios Enrique Soler e Hipódromo y la mejora del parque de Educación Vial, lo que supondrá una inversión conjunta de 260.343 euros. El presidente melillense, Juan José Imbroda, y los consejeros de Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana, Manuel Ángel Quevedo e Isidoro González, respectivamente, asistieron ayer a la colocación de la primera piedra simbólica de estos proyectos, que formaban parte de los compromisos de la Ciudad Autónoma con la Unión Europea por la movilidad sostenible. Tanto Imbroda como Quevedo destacaron en declaraciones a los periodistas la mejora en la seguridad y comodidad que experimentarán los niños con los caminos escolares que se van a adecuar mediante actuaciones como la instalación de pasos de peatones elevados y rebajados para mejorar la accesibilidad y la construcción de orejetas en los cruces. También se colocarán dormilones para reducir la velocidad de los vehículos en vías como la Carretera Alfonso XIII y se reforzará la señalización a lo largo de los recorridos.
Imbroda y Quevedo coincidieron al señalar otra ventaja de estos caminos escolares, y es que no sólo benefician a los estudiantes que los utilicen, sino también al resto de ciudadanos. No en vano, suponen una mejora de la accesibilidad para todos los vecinos de los barrios por los que transcurren, al tiempo que se definen rutas para que los melillenses caminen de manera más segura por diferentes zonas de la ciudad.
Más caminos escolares
Estos dos caminos escolares cuentan con un presupuesto de 181.508 euros, financiados en un 80% por fondos europeos y un 20% de fondos propios, y tienen un plazo de ejecución de tres meses. A estos se les sumarán próximamente otros dos para los colegios La Salle y Reyes Católicos, que serán adjudicados esta semana, y uno más que está en estudio para el colegio Anselmo Pardo.
Todo ello permitirá “formar” a unos 300 niños en la importancia de ir caminando desde su casa hasta el colegio y, al mismo tiempo, reducir el número de vehículos que se concentran en las horas de la entrada y la salida de los centros educativos, dando lugar a problemas de retenciones y puntos negros.
Imbroda y Quevedo destacaron que este tipo de proyectos son muy participativos. Así, recordaron que en su puesta en marcha se implica no sólo la Ciudad Autónoma, sino también la comunidad educativa, como son las asociaciones de padres y madres del alumnado, así como los claustros de profesores y la Dirección Provincial del Ministerio de Educación, además de la Dirección General de Tráfico.
Parque vial
Respecto al parque vial, por el que cada año pasan 1.400 escolares para aprender Educación Vial, las obras que ayer empezaron permitirán la mejora de sus instalaciones, que están deterioradas, gracias a una inversión de de 78.835 euros y cuatro meses de trabajo.
Imbroda señaló que hacía falta “remodelarlo entero” porque este parque vial lleva ya muchos años en funcionamiento.
