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La policía nacional impide a ciudadanos de Nador pasar por la frontera hacia Marruecos con sus compras a pesar de ser turistas

Unos jóvenes marroquíes que se acercaron ayer a comprar a Melilla fueron obligados a cruzar con los porteadores por Farhana o Barrio Chino al impedirles los agentes españoles cruzar por el puesto de Beni-Enzar con sus compras, que calificaron de “mercancía”. Este tipo de problemas pueden suponer una amenaza al comercio local. Los policías nacionales obligaron a los jóvenes a dar media vuelta con sus bolsas adquiridas en el nuevo centro comercial y no les permitieron el paso por Beni-Enzar, a pesar de ser de Nador y residir precisamente en esta localidad, lo que les acarreó un gran contratiempo al tener que ir a una frontera más lejana, tener más dificultades para pasar a Marruecos y después hacer varios kilómetros para poder llegar a su ciudad de Beni-Enzar.

En el día de ayer, unos jóvenes marroquíes cruzaron la frontera de Beni Enzar para dejarse caer por el nuevo Parque Comercial, como tantos otros desde que se inauguró el nuevo espacio.
Las compras transcurrieron con normalidad y, al caer la tarde, se dispusieron a cruzar el perímetro fronterizo de vuelta a Nador cuando la Policía Nacional les paró y les informó de que no podían cruzar el paso fronterizo con las bolsas que llevaban. Los afectados habían realizado una compra variada: chocolates, frutos secos y productos de nutrición deportiva; y apenas llevaban 5 bolsas de supermercado cuando los agentes les pararon para decirles que lo que llevaban era “mercancía”.
Los jóvenes fueron obligados a cruzar la frontera “como contrabandistas”, ya que la Policía les cerró el paso y los conminó a cruzar por Farhana o Barrio Chino, con los porteadores, provocándoles un significativo perjuicio y arruinando su día de compras en Melilla.

Amenaza al turismo
La actividad del Centro Comercial no está enfocada exclusivamente a Melilla, el mercado interno es demasiado pequeño para que el Centro pueda funcionar, por lo que su supervivencia depende de que los turistas y compradores marroquíes cuenten con un acceso seguro y fluido a nuestra ciudad.
El posible daño que pueden causar este tipo de situaciones al comercio local es muy grave, y de repetirse situaciones como ésta podría llegar a experimentarse una caída en el número de visitantes.
Las fuerzas de seguridad deben tener muy claras las diferencias entre los contrabandistas y porteadores y los compradores y turistas, ya que el futuro del comercio local pasa por la buena reputación de nuestro paso fronterizo.
La adaptación de Beni Enzar ha sido un éxito, pero dicho éxito puede verse fácilmente empañado por una mala aplicación de las restricciones impuestas al paso de mercancías.

La frontera entre turismo de compras y contrabando

Al comentar el tema del control del comercio atípico, más de uno habrá afirmado que resulta “fácil” distinguir a un turista que ha comprado de un porteador que se dedica al comercio atípico, pero, ¿Cuál es el criterio que siguen las fuerzas del orden para determinar quien hace qué? Parecía obvio que la cantidad de mercancía transportada era un criterio a tener en cuenta, pero no hay directrices claras de cuánta mercancía o de qué tipo se puede pasar sin ser considerada “comercio atípico”. Las directrices difusas dejan las restricciones bajo la influencia del error humano y generan problemas como el que ha afectado a estos jóvenes.

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Fernando Lamas Moreno

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