Las referencias de Hong-Kong, Macao, Gibraltar o Andorra están cerca y sería posible aproximarse a esos modelos económicos.
Creo y deseo que la estructura institucional de nuestra ciudad, las estructuras económicas, políticas, judiciales y sociales, empezarán a cambiar profundamente y pronto.
Según datos públicos del Catastro oficial de España, en Melilla hay 8 cuarteles que se pueden considerar abandonados o cualquier otra denominación que se quiera aplicar. Esos 8 cuarteles suman, siempre según el Catastro, 300.000 metros cuadrados Y hace falta un colegio privado en Melilla.
En la primavera de 1987 -hace más de 30 años- intervine, junto con un nutrido grupo de intelectuales, en unas jornadas organizadas por la Asociación de Estudios Hispano-Africanos sobre los aspectos económicos, jurídicos, sociales y políticos que afectarían a la Melilla del futuro. Mi intervención fue recogida en un libro, "Annals of the archive of Ferran Vals I Taberner's Library", y extractada y textualmente fue la siguiente: "De entre las treinta intervenciones destacamos la ponencia de Enrique Bohórquez López-Dóriga, quien disertó sobre La necesidad para la ciudad de una Sociedad de Desarrollo (SODEME). El profesor Bohórquez incidió en la conveniencia de cambiar el esquema económico tradicional, que se encuentra agotado…Las funciones de SODEME serían, a juicio del profesor Bohórquez -quizás el político más preparado con el que cuenta Melilla en estos momentos- las siguientes: 1º) Actualizar la estructura económica de la ciudad. 2º) Realizar estudios de mercado y análisis de viabilidad de proyectos económicos diversos, especialmente de aquellos que tengan un efecto multiplicador sobre la economía general de la ciudad y la creación de puestos de trabajo. 3º) Nuevas actividades empresariales. 4º) invertir en esos proyectos cuando sea preciso. El editor Bohórquez considera que la riqueza de un pueblo está en su gente y que la eficacia en economía se alcanza con imaginación y método. La creación de SODEME es un instrumento indispensable para alcanzar el desarrollo económico de una Melilla que, desde ese ángulo, carece actualmente de un rumbo claro. Las referencias de Hong-Kong, Macao, Gibraltar o Andorra están cerca y sería posible aproximarse a esos modelos económicos. Bastaría con la voluntad decidida de intentarlo y con el rigor necesario para que lo lleven a cabo personas preparadas, en un clima de colaboración, comprensión y construcción optimista de una Melilla mejor en el futuro".
Todo eso ocurrió hace ya más de treinta años. SODEME es hoy ya, por fin, una realidad, un largo sueño cumplido. El clima de colaboración, comprensión y construcción para aproximarnos a economías tipo Gibraltar, Macao, Andorra o Hong-Kong, para lograr una Melilla mejor, hay que seguir intentando conseguirlo y hoy percibo màs posibilidades de logralo que ayer, aunque menos que mañana, espero. Creo y deseo que no transcurrirán otros treinta años hasta que lo logremos y que la estructura institucional de nuestra ciudad, las estructuras económicas, políticas, judiciales y sociales, empezarán a cambiar profundamente y pronto.
Una aclaración: eso de que yo era "quizás el político más preparado con el que cuenta Melilla" no lo dije yo. Lo hizo el que escribió la reseña para el libro que antes cité. Y una respuesta indirecta: leo el libro 'Cándido Lobera Girela (1871-1932) Militar, periodista, político y escritor', de Salvador Gallego y María Rosa Marqués. Resumo que el 1/3/1902 se editó en Melilla el primer número de El Telegrama, una "hojita diaria telegráfica y local". A principios 1903 pasó a llamarse El Telegrama del Rif, del que Lobera fue director posteriormente. El 16/3/1928 Cándido Lobera fue nombrado presidente de la Junta Municipal de Melilla, máximo cargo municipal de entonces. El 1/3 de ese año abandonó su actividad periodística, incompatible con sus cargos públicos. El 15/4/1931 hizo entrega de su cargo de Presidente de la Junta Municipal al Comité de la conjunción republicano-socialista. Murió el 30/4/1932, en el famoso Hospital de la Cruz Roja de Melilla, hoy dedicado a otros menesteres. Concluyo que se puede ser, en cuanto que hay incluso señalados antecedentes locales, periodista, editor y político. Otra cosa es que se quiera, o no, serlo.
Una concreción: SODEME (o SODEMEL) es un instrumento fundamental para que ese cambio estructural que Melilla necesita se concrete. Las 23 Propuestas que contiene su Plan Estratégico para Melilla, varias de las cuales ya se encontraban en los diversos Planes Estratégicos elaborados por el Gobierno de la Ciudad, especialmente el del 2006, son la base para lograr ese cambio estructural imprescindible para Melilla y su futuro, "próspero, seguro, orientado hacia los ciudadanos y abierto al mundo…no hay tarea más apasionante que construir el futuro, una tarea que nos concierne a todos", según palabras, que suscribo, del presidente Imbroda en la presentación del Plan de 2006 que antes cité.
Por cierto, en nuestro periódico se publicó el viernes un artículo con el título de "SODEMEL: Los terrenos de Defensa condicionan el desarrollo de Melilla". Según datos públicos del Catastro oficial de España, en Melilla hay 8 cuarteles que se pueden considerar abandonados o cualquier otra denominación que se quiera aplicar a aquello que no se usa, se usa muy poco o ya no se utiliza para los fines, de defensa en este caso, para los que fueron construidos y mantenidos.
Esos 8 cuarteles suman, siempre según el Catastro, 300.000 metros cuadrados. Melilla tiene alrededor de 13 kilómetros cuadrados y una gran densidad de población, en crecimiento. Melilla necesita -y es una de las propuestas de SODEMEL- un colegio privado, y un colegio precisa unos 8.000 metros, y los necesita con urgencia. ¿No sería posible intentar algo con Defensa y tratar de obtener una respuesta relativamente rápida, que permita concretar una inversión y suplir una necesidad de la sociedad melillense? No se trata de menospreciar nada ni a nadie, mucho menos de poner en peligro las necesidades de defensa de nuestra ciudad o minimizar la ligazón histórica de Melilla con el Ejército. Tampoco de dañar la imagen de un comandante general, el actual, que cesará pronto en su cargo y que, como hemos dicho en repetidas ocasiones, dejará en nuestra ciudad un extraordinario recuerdo. Se trata de intentar solucionar un problema, de ir recorriendo el camino hacia ese futuro próspero e ilusionante que Melilla puede tener.
