El pasado domingo 26 de noviembre los melillenses vivían la que se llamó "la supercola", una retención que superaba incluso el puerto de Beni-Enzar y alcanzaba hasta las cafeterías y restaurantes en dirección a la Bocana. Unas esperas que llegaron a alcanzar las cuatro horas debido a la presión del comercio fronterizo. Un día después las autoridades españoles, en coordinación con Marruecos, tomaba la decisión de llevar el comercio a Farhana y Barrio Chino y dejar Beni-Enzar únicamente para turismo y residentes. Ello ha propiciado más agilidad en el paso, que se han notado especialmente los domingos. Ayer algunos llegaron a pasar en 20 minutos y en los momentos de más tráfico, como sobre las ocho de la tarde -cuando regresan cienetos de melillenses de pasar la jornada en Marruecos-, en un máximo de una hora.