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El Torreón del Vigía

Refundir

Tras las elecciones en Cataluña el solsticio de invierno de España se ha decretado. A diario tanta profusión en los telediarios sobre bufandas y lazos amarillos, políticos presos y los prófugos en Bélgica nos ha llevado a todos al hartazgo y a los catalanes a ahorcarse. Los resultados de los comicios del 21D suponen el triunfo de Ciudadanos, no solo en aquella región sino la apuesta del partido naranja como alternativa clara en la política nacional. El bipartidismo es ya pasado. Quien no lo vea le supone su muerte política. Por eso el PP ha cometido un grave error al culpar a Ciudadanos de sus tres escaños en el parlamento regional, cuando la culpa está en sus filas. Tampoco Rajoy y Sáenz de Santamaría con su equipo pueden olvidar el apoyo del grupo parlamentario de Ciudadanos a su Investidura o a la aprobación de los presupuestos generales del Estado. Javier García Albiol, cabeza de cartel en las autonómicas, no era un mal candidato, pero en su comparecencia ante los medios tras el escrutinio se equivocó. Tanto como la denuncia que este partido quiere presentar contra el diario “ABC” por publicar una entrevista a Inés Arrimadas el pasado día 20 de Diciembre. Y ¿qué decir del PSOE?… temeroso, indefinido, apostando por lo plurinacional y bailando al despropósito. Pedro Sánchez vuelve a retroceder si es que alguna vez se ha posicionado como jefe de la oposición. No puede aún serlo porque mira demasiado a Pablo Iglesias y ni tan siquiera ha querido medirse con el presidente del Gobierno desde un más que deseable escaño en el Senado que haría revalorizar a la Cámara Alta y a él tomarle en serio como alternativa por la izquierda. Alberto Rivera, equivocado, se retractaba de la aplicación del artículo 155 de la Constitución hasta Octubre, cuando inició un cambio viendo la situación, las manifestaciones, el golpe de Estado o el mensaje del Rey. Y Podemos con sus amistades peligrosas, sus discursos radicales, y mareas, va en caída libre. Vuelve a sobrevolar la convocatoria de unas nuevas elecciones generales que Rajoy rechaza ante la subida de Ciudadanos. Un partido muy joven que desde el 2.015, al ser la segunda fuerza política y con su portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, asumió la defensa de la legalidad en Cataluña y supo enfrentarse a los independentistas con firmeza y sin miedos. Esto le ha valido a Arrimadas en 2.017 a volver a repetir como una extraordinaria cabeza de cartel y a ganar. Lo manifestado tras el escrutinio por Núñez Feijoo o por José María Aznar ponen sensatez ante tanta mota que no quiere mirar la viga. En España no funciona la inacción ni el tancredismo, ni esperar a que escampe, ni hacer las cosas tarde aunque la medida sea buena. Federico Jiménez Losantos decía en “esradio” que ante un cáncer no se pueden poner tiritas. Solo cabe refundir a un centro derecha y esto sólo se consigue con el cambio de personas, valorando a otros para sumar, optando en primarias por los mejores y no por serviles que aplauden al líder para seguir viviendo. Que las voces de la sociedad que estos meses se han escuchado en las calles ante los golpistas no decaigan al verse defraudadas por la clase política. España no se lo merece y nosotros tampoco.

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