Después de la celebración de los últimos comicios en Cataluña, todos sabemos que si bien en número de votos las fuerzas constitucionalistas tienen una ligera mayoría, el número de escaños nacionalista ha sido susceptiblemente superior. Ciudadanos, el partido liderado por Inés Arrimadas, ganó las elecciones el pasado 21 de Diciembre, como todos sabemos, pero tal y como están las cosas, no podrá gobernar. Sin embargo, desde mi perspectiva, yo creo que Ciudadanos no lo tiene tan difícil si sabe plantear la situación a sus rivales vitales en la política catalana.
Ella prometió y planteó en su campaña electoral: "Gobernar para todos los catalanes"…La pregunta aquí es: ¿Se puede gobernar para todos los catalanes si no se gobierna con todos ellos?…¿Se puede gobernar para toda la ciudadanía, sea cual sea su ideología, si sus representantes opuestos no gobiernan como una única entidad?…Creo sinceramente que no.
Inés Arrimadas para gobernar Cataluña y coser la ruptura social que existe en la actualidad tiene que liderar una coalición con Izquierda Republicana de Cataluña y con los Comunes…En definitiva, con las tres alternativas más diferenciadas que existen. El Gobierno catalán no tiene otra opción; ya sé que lo que digo suena a disparate. No obstante, creo que debemos de reflexionar que las circunstancias en esta situación generan los hechos. Y digo esto porque solamente si la ciudadanía nacionalista ve que sus representantes políticos se unen a los máximos exponentes del constitucionalismo en Cataluña para gobernar de forma conjunta, ellos tampoco se pelearán en la calle con sus vecinos constitucionalistas…No olvidemos nunca que los políticos son la referencia que tienen los ciudadanos.
¿Por qué deben de gobernar con Izquierda Republicana y no con el PDCAT?… Las razones son obvias. Ciudadanos como partido tiene una máxima y debe de responder ante sus votantes y dicha máxima es "Ante la corrupción, tolerancia CERO". A Izquierda Republicana nunca se le ha visto un caso de corrupción, sin embargo, no se puede decir lo mismo del PDCAT. Además, Izquierda Republicana tiene líderes históricos impolutos dentro del nacionalismo catalán, cosa que no tiene el PDCAT; Mas, Pujol…Esto es impresentable en estos momentos para un pacto serio.
Y existe una faceta que no debemos olvidar y que Inés Arrimadas deberá proponer a Izquierda Republicana. En Cataluña la situación no es que el Gobierno no es escuchado y no se le atiende de forma democrática. En Cataluña lo que no hay es "GOBIERNO" en sí mismo. Luego no se trata de pactar un referéndum legal con el Gobierno central. Cataluña se gobierna ahora desde el Gobierno central y hasta que los resultados electorales no atiendan a las normas constitucionalistas, así va a seguir siendo. El gobierno catalán no puede pactar un referéndum legal, precisamente porque no tiene gobierno. Puigdemont en el momento que venga a España irá a la cárcel, Junqueras ya lo está, y la CUP pasa de la Constitución española como un águila pasa de una zanahoria. O sea, que los nacionalistas tampoco están en disposición de ir a Mariano Rajoy a pactar nada y a pedirle que les devuelva la Autonomía. … Desde mi perspectiva, creo que Arrimadas debería de plantear las cosas de esta forma…-"Para que Cataluña vuelva a tener autogobierno la única solución es pactar conmigo un programa transversal"-, -"Para que el Gobierno catalán cosa la fractura social no puedo pactar con el PSOE o el PP, eso será en el resto de España, pero tal y como están las circunstancias ahora, necesito gobernar con lo extremadamente opuesto en Cataluña…Ahora es lo necesario…Después cada uno irá por su camino y que gane el mejor"-.
Sabemos sobradamente en el empecinamiento político que ha caído el nacionalismo catalán, pero también tengo entendido que no son idiotas y saben de sobra que Rajoy a la CUP y a Puigdemont desde un plasma no le va a devolver la autonomía a Cataluña, porque sería un verdadero "imbécil" si lo hiciera y sé que "no lo es".
Por estos motivos que expongo, creo que depende de cómo Ciudadanos presente sus futuros pactos de Gobierno a las diferentes alternancias políticas, resultará que sea o no la futura presidenta de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Además, podría incidir en, que como presidenta, haría un esfuerzo para que Su Majestad, como Jefe del Estado, haga un acto de amnistía excepcional, en aras de la concordia en la sociedad catalana para que Oriol Junqueras sea vicepresidente del futuro gobierno de la Generalitat, condonándole la pena.
Ya sé que el Tribunal Supremo no puede emitir juicios para que después el Rey haga lo que le dé la gana. Esto está dentro del sentido común de todos. No obstante, hay ocasiones tan excepcionales y puntillosas, en las que estas cosas son exquisitamente necesarias. De este modo, la Monarquía conseguirá dos cosas: La primera, ser querida por todos los catalanes; que ahora no lo es, y la segunda, contribuir a la estabilidad sentimental, económica y social en una parte de su reinado. Es por esto, por lo que pienso que la líder de Ciudadanos debería de hablar y exponer estas cosas al Monarca.
El hecho es que, desde mi perspectiva, si las cosas se saben hacer bien y hay cierta voluntad política, éstos han sido unos buenos resultados. En el fondo, los resultados que nacen de las urnas populares, para mí, siempre lo son.
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