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Un bonito gesto

El carril bici, el primero de la ciudad, llevará el nombre de Carlos Huelin en un más que merecido reconocimiento a un colectivo vulnerable, como son los ciclistas, y también los peatones. Un bonito gesto que ayudará, además, a seguir concienciando en el respeto a la hora de movernos de la forma en que cada uno, libremente, decida. Desde hace algunos años, la concienciación por la movilidad sostenible se ha ido extendiendo por muchas ciudades que han apostado por medidas que dejen a un lado el monopolio de los vehículos a motor para repartir el uso del espacio entre todos los que comparten el espacio urbano. Los conductores de coches, camiones o motocicletas no son los únicos que transitan por las calles y, sin embargo, desde la invención del automóvil son, por decirlo de alguna forma, quienes las dominan. Esta situación es la que ha imperado durante varias décadas en las ciudades, convirtiéndolas en lugares poco agradables por el estrés, el peligro y la contaminación ambiental y acústica constantes que provocan los vehículos a motor.
Afortunadamente, los ciudadanos que apuestan por otras formas de movilidad más saludables, económicas y respetuosas, como caminar, ir en bici o usar el transporte público, han ido aumentando poco a poco hasta dejar de ser una minoría. En Melilla hemos visto esa evolución y gracias al empuje de organizaciones ecologistas y probicicletas, y también de las instituciones que se han sumado a este movimiento, cada vez son más los ciudadanos que se apuntan a las dos ruedas como una forma de desplazarse tan válida como los coches.
El Plan de Movilidad Sostenible que emprendió el Gobierno al inicio de la pasada legislatura, cuyo desarrollo se está haciendo más visible en este mandato, ha sido una gran oportunidad para conseguir espacios en los que las bicicletas tengan la prioridad sobre los vehículos a motor. Esta semana se ha empezado a materializar uno de los grandes proyectos incluidos en ese Plan, el carril bici que ocupará todo el Paseo Marítimo, desde el Dique Sur hasta la Plaza de España, aunque la intención es continuar después con otros itinerarios para favorecer la coexistencia con los coches y seguir ahondando en ese calmado de tráfico que tanto se busca, un reto muy importante en una zona eminentemente peatonal, como es el Paseo Marítimo.
Este proyecto, del que ahora se están dando los primeros pasos hasta que el próximo año sea una realidad, permitirá que los ciclistas se puedan desplazar de forma segura por toda la ciudad. Es una cuestión de justicia que este derecho se les reconozca, porque como hemos dicho antes, la ciudad es de todos los que la habitan. Pero también es muy necesario para que no tengamos que volver a sufrir más pérdidas como la que, lamentablemente, ya tuvimos en Melilla con el atropello mortal al joven melillense Carlos Huelin cuando iba en su bicicleta. El carril bici, el primero de la ciudad, llevará su nombre en un más que merecido reconocimiento a un colectivo vulnerable, como son los ciclistas, y también los peatones. Un bonito gesto que ayudará, además, a seguir concienciando en el respeto a la hora de movernos de la forma en que cada uno, libremente, decida.

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