El PP acusó ayer al PSOE local de “sembrar dudas” e “inquietud” entre los melillenses acerca de un posible riesgo de que se dejen de prestar las líneas marítimas entre nuestra ciudad y la península debido a problemas económicos de las navieras, y lo atribuyó a la “frustración” de los socialistas.
En rueda de prensa, el vicesecretario regional de Estrategia y Política Económica del PP de Melilla, Daniel Conesa, afirmó que en el PSOE saben que “son responsables de la pésima calidad del servicio marítimo” que adjudicó el Gobierno de Zapatero, situación que no se revertió hasta que fue nuevamente licitado por el Ejecutivo popular.
Señaló que las mayores exigencias del pliego de condiciones elaborado por el Gobierno de Rajoy en las dos últimas adjudicaciones han propiciado que las compañías ofertaran “los mejores buques” de sus flotas, lo que ha redundado en la mejora del servicio, dando un paso adelante recientemente con la remodelación de los buques de Trasmediterránea.
“Ya quisieran tener en otros muchos sitios estos barcos”, aseveró Conesa, que pidió a la población melillense que no tenga “la más mínima preocupación” acerca del contrato marítimo, ya que el servicio está garantizado y el Estado tiene medios para que se garantice la conectividad entre la ciudad y la península.
El dirigente popular recordó además que existe un contrato marítimo firmado entre la empresa adjudicataria del servicio, Trasmediterránea, y que en caso de que ésta sea comprada por otra naviera, sus obligaciones deberán ser asumidas por la nueva propietaria.
La “opinión” del capitán
El PSOE de Melilla mostró hace unos días su preocupación sobre el futuro del transporte marítimo y de las líneas de servicio público que unen la ciudad autónoma con Málaga y Almería, tras ser adjudicado por el Ministerio de Fomento a una oferta económica de cero euros presentada por Trasmediterránea.
El PSOE se refirió al análisis realizado por el capitán de Marina Mercante, Rafael Roselló, según el cual los últimos movimientos entre las navieras Trasmediterránea y Armas “ponen en peligro el contrato marítimo” debido a la “más que probable” quiebra de la compañía formada por Trasmediterránea y Armas por las, según él, enormes deudas que arrastran ambas entidades.
Sobre estas declaraciones, Conesa apuntó: “Yo no haría caso a unas declaraciones que no dejan de ser la opinión particular de un señor particular”, y se mostró convencido de que las navieras “tendrán algo que decir en su momento”.
