El capitán del Melilla Baloncesto compareció ayer, en sala de prensa, para analizar el encuentro que los melillenses disputarán el domingo en el ‘Nou Congost’. El jugador granadino considera el partido muy complicado, pero incidió en que afrontan el mismo con la confianza que les han dado las dos últimas victorias ligueras.
Pablo Almazán destacó la dificultad que tiene la salida de este próximo domingo, ya que, en su opinión, es una de las más complicadas de toda la LEB Oro esta campaña. “La cancha de Manresa es de las más difíciles de la competición. Es cierto que en la liga no hay partidos fáciles, y menos fuera de casa, pero por historia y por los objetivos que se han marcado los manresanos, el ‘Nou Congost’ se convierte en una pista nada fácil de asaltar”.
Sobre el potencial con el que cuentan los catalanes, el nazarí hizo hincapié en que “ellos luchan por todos los objetivos posibles y así confeccionaron su equipo. Si ahora le sumas más dinámica con la llegada de Nacho Martín, pues, sin duda, se trata de una de las mejores plantillas del campeonato. Nosotros también la tenemos y vamos allí a por la victoria”, apuntó.
Eso sí, Pablo Almazán asegura que llegan a la cita manresana dejando atrás el mal sabor de boca que les causó el tramo final de diciembre y con la moral recuperada tras las dos últimas victorias. “Hay partidos que se nos escaparon por nuestros errores o por nuestras desconexiones, pero está claro que estamos haciendo un buen trabajo. Hay momentos de los encuentros en los que jugamos bien, tanto en defensa como en ataque, y tenemos que ser capaces de que esos instantes buenos duren los cuarenta minutos de los choques”.
El exterior del conjunto de la ciudad autónoma espera que los triunfos ante el TAU Castelló y el Chocolates Trapa Palencia sirvan para que sean conscientes del potencial que pueden mostrar y de todas las cosas que aún deben mejorar de aquí a final de temporada. “Hay muchas cosas por mejorar, aunque posiblemente lo más vistoso ahora sea el problema en el rebote. Está claro que ahora mismo los números hablan por sí solos y debemos prestar más atención a esta faceta del juego, pero no podemos olvidarnos de otras cosas. De todo se aprende. Hemos pasado situaciones adversas y de ellas hemos aprendido. Creo que el otro día lo demostramos en Palencia, porque el equipo nunca dejó de creer en la victoria”, concluyó Pablo Almazán.
Este será el primer partido de los tres que jugarán los melillenses en apenas siete días, antes del parón por la disputa de la Copa Princesa. Un hecho que, en su opinión, no debe distraer al equipo. “Tenemos que pensar solo y exclusivamente en el próximo encuentro que venga. Ya se vio en los parones de Navidad, que si piensas más allá pues te equivocas. El calendario es un poco extraño, con muchos compromisos condensados en pocos días y luego la fase regular acaba muy pronto. Es algo que no se entiende muy bien, pero es algo que no podemos cambiar y ahora solo tenemos que estar centrados en ir a Manresa e intentar hacer el mismo trabajo que realizamos cada día en los entrenamientos”, explicó.
