Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El rincón de Aranda

Cronología Histórica de Melilla XXXII

1774-1775.- Libro VII de Defunciones, folio 21, Sitio de Melilla.

1774-1775.- Sitio de Melilla. Vicario, D. José Guerrero, Fray Nicolás de Cózar Berdugo, Cura; Fco. Turrillo, Cura; José Ortega, Sacristán; acólitos Joan Azcona y Fco. Sánchez Montes.

1774-1802.- Libro VII de Defunciones. (Lisardo Guede).

1774.- Las imágenes de la Iglesia Parroquial son trasladadas a la Cueva del Conventico. Entre ellas, Ntra. Sra. de la Victoria. Queda expuesto el Santísimo Sacramento durante el tiempo que duró el asedio a la PLaza. El Clero determinó reservar al Santísimo Sacramento, insignias y vasos sagrados, depositándolos en una reducida cueva y enterrando las campanas, que se reducen al número de tres. (Diario de Loayza).
28.05.1774. En el chambequín Andaluz llegaba como Comandante General, el Mariscal de Campo, D. Juan Sherlok. De origen irlandés. Ingresó en el Ejército Español en 1719, participando en el Sitio de Gibraltar de 1727, en la Reconquista de Orán en 1732, con el empleo de Teniente General. Murió en Sanlúcar de Barrameda y enterrado en la Iglesia de los Irlandeses. Para inmortalizar su nombre, Melilla le dedicó una calle que está situada perpendicular a la de otro héroe de distinto siglo, Juan García Margallo. El Mariscal Sherlok, a la petición que le hizo el General en Jefe de los sitiadores de que rindiera la Plaza, le contestó: "Soy fiel vasallo y tengo jurada la Plaza y he de defenderla hasta la última gota de mi sangre".

19.09.1774. Carta de Sidi Mohamed a Carlos III anunciándole que atacará las Plazas sin querer romper el Tratado de 28 de mayo de 1767: "En nombre de Dios Misericordioso y no hay auxilio si no en Dios Grande a 15 días del mes de Ragab del año de 1188 al Rey de España. Salud al que lleva la dirección y persiste en ella (…) Sabed que Nos estamos con Vos en paz según el Tratado de las Paces entre Nos y Vos.

Pero los mahometanos de nuestros dominios y de la Argelia se han unido de Acuerdo diciendo que no quieren permitir cristianos en las costas desde Ceuta hasta Orán. Por lo cual nos han pedido que atendamos seriamente a este negocio diciéndome que no tengo excusa para permanecer tranquilo consintiendo que los países mahometanos estén en poder de cristianos, mas Dios te ha dado fuerzas e instrumentos de guerra que otros no tienen (…) que nuestros barcos tomarán víveres y seguirá el comercio con arreglo al Tratado 28.05.1767". Sidi Mohamed quería jugar con Argelia frente a España, pero sin perder la amistad de ésta. Algo absurdo para la rectitud de nuestro monarca, pero astuto en el cerebro del Rey de Marruecos, con la filosofía de las dos barajas en su poder, como siempre ha jugado este país respecto a España.

23.10.1774. Con relación a la carta enviada por el Rey de Marruecos el
19.09.1774 a Carlos III anunciándole el ataque a Ceuta, sin perder la amistad entre ambos éste, indignado, declara la guerra a Marruecos por tierra y mar. Pero la generosidad de nuestro Monarca, llegó a la entrega de varios cautivos marroquíes y argelinos que se encontraban en Cartagena, antes de la ruptura.

22.11.1774. Sidi Mohamed envía a través de su ministro Samuel Sumbel, a todos los cónsules acreditados en Marruecos, que el ataque a Ceuta no interferirá en el Tratado de 28.05.1767. Entre otras cosas decía: "…En cuanto a las plazas que están en las Costas de Nuestros Dominios, y sobre los que el Rey de España reclama su derecho de pertenencia, no son ni nuestras ni de El, pertenecen a Dios Todopoderoso, que las dará a quien le plazca". Este Rey lo fue de Marruecos antes del actual Mohamed VI, y ya le decía a nuestro Carlos III que ni eran suyas ni de él. Cuando en 1956 se le dio la Independencia a Marruecos, el partido de Istiqlal confeccionó un mapa del que sería su país en breves años, comprendiendo éste desde el río Níger por el Sur, hasta el río Tajo por el Norte. Como verán, los desequilibrios políticos de estos dirigentes cruzaban la frontera de lo absurdo.

6.12.1774. Ya avisó el Brigadier D. Juan Sherlock, que el Rey de Marruecos, Sidi Mohamed, se hallaba acampado a cinco leguas de la Plaza con un numeroso ejército de caballería, al que debía seguir el resto de infantería y artillería, y que el día 9 a media mañana formó su campamento a la vista de la Plaza y bajo el tiro de cañón, y que según el terreno que ocupaba y número de tiendas que se veían, reconoció ser un campo volante como de unos cinco mil hombres entre infantería y caballería, los que con el vivo fuego que les hizo la artillería de la Plaza se vieron obligados a retirarse por dos veces, alejándose con pérdida considerable. Al día siguiente 10.12.1.774, empezó el enemigo a disparar granadas desde el ataque de San Lorenzo, arrojando bombas de 12 pulgadas, que causaron algún estrago en las casas, haciendo fuego al mismo tiempo con su antiguo cañón, colocado en el Ataque de Santiago, adonde se observó conducían como unos ocho cañones para formar en él un batería. En el resto del día entraron en el campo volante 80 hombres y establecidos en él se apostaron en el sitio llamado de la Rambla, resguardado de la Puntilla y Ataque Seco, siendo su intención empezar los ataques por esas alturas y dirigirlos al Fuerte de Vitoria Grande. Se presentó el Alcayde de aquel Campo, acompañado de un Bajá (gobernador o general), de parte de su Rey a intimar se rindiese la Plaza, por abandono o capitulación, y respondió el Comandante Brigadier, por medio del Gobernador, que uno y otro estaban distante de pensar en entregarla en manera alguna y sí resueltos a defenderla hasta el último extremo, o cual sería cuando no quedase español alguno con vida, mediante cuya respuesta se retiraron.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€