El presupuesto presentado por el ejecutivo para el año actual tiene unas vertientes expansivas, faraónicas y derrochadoras con una gran ausencia, la social.
En los momentos que estamos viviendo el presupuesto tiene que ser expansivo para que haya en crecimiento real de la economía productiva. Lo han aumentado un % a través de un crédito de 40 millones y con las aportaciones que se esperan del Estado. El crédito hay que devolverlo con sus intereses correspondientes con lo que se está hipotecando el futuro de las arcas municipales. Esto sería un problema menor, si al frente tuviésemos unos buenos gestores, que creo que no. Por ejemplo, se pidió un crédito de 12 millones para paliar la crisis tan descarnada que padecemos y al día de la fecha tan sólo han recibido los solicitantes 2.800.000 euros. No creo que este sea un buen augurio para lo que está por venir.